La Responsabilidad Secreta de
Todo Miembro de la Comunidad
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
“… Un honrado limpiabotas vale tanto a nuestros ojos
como un honrado rey, y […] un barrendero inmoral es mucho
mejor y más digno  de excusa que un emperador inmoral”.
 
(Un Maestro de Sabiduría)[1]
 
 
 
El macrocosmo es un reflejo del microcosmo, y viceversa.
 
De acuerdo con la tradición china antigua, cuando había un problema grave en el país, el sabio emperador se recogía en meditación profunda y se preguntaba a sí mismo, en una actitud contemplativa, cuáles eran los errores que él mismo había cometido interiormente, y cuyo resultado era la infelicidad de la nación.
 
Actualmente, somos todos como reyes y emperadores.
 
Siempre que ve a su país siendo gobernado de manera desafortunada y lamentable, el ciudadano puede luchar por la ética en la política en el plano visible y externo, pero eso no será suficiente.
 
Él también tiene que hacer un retiro meditativo, tomando la decisión de mejorarse a sí mismo y reducir sus propios errores en el plano de la ética, a fin de poner en movimiento las causas de la felicidad de todos.
 
Porque tanto en sabiduría como en lecciones por aprender, hay una identidad esencial entre el ciudadano y el emperador, entre el pagador de impuestos y su servidor, el jefe de Estado.
 
NOTA:
 
[1]  Carta 29, p. 321, en “Las Cartas de los Mahatmas”, Editorial Teosófica, Barcelona, 1994.
 
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El artículo “Cada Ciudadano es un Emperador, en la Democracia” es una traducción del portugués y ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Título original y link: “Cada Cidadão é um Imperador, na Democracia”. La publicación en español ocurrió el 12 de agosto de 2019.
 
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