Una Carta Privada Sobre la Justicia Universal
Robert Crosbie
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Nota Editorial
En la primera mitad del siglo XXI, es común ver
ciudadanos que protegen el error y la falsedad en nombre
de la compasión o de la misericordia, y que hasta acusan
a los que defienden la ética y la justicia de ser
arrogantes o autoritarios. Al mismo tiempo,
se divulga la ilusión de que el ser humano no necesita
aprender de sus errores; de que, para salvarse, bastaría con
creer ciegamente en este o aquel dios, maestro o ritual.
¿Es posible dejar de lado la Justicia, haciendo
uso solamente de la Compasión? ¿Es un deber dejar
de lado la Ética, en nombre de la fraternidad?
En la segunda década del siglo XX, un teósofo
inglés planteó esta cuestión siempre actual. La ley
del karma – según la cual “cada uno debe cosechar lo
que sembró” – le parecía ser “despiadada”. La
cuestión fue sometida a Robert Crosbie, el principal
fundador de la Logia Unida de Teósofos, LUT. El
siguiente texto es la primera parte de la respuesta de
Crosbie. He añadido tres notas numeradas.
(Carlos Cardoso Aveline)
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Me has pedido que comente las preguntas que nuestro hermano inglés envió; en particular, el asunto de si “el karma es tan despiadado como el Dios de la Biblia”. Pero ¿tiene él en cuenta que la compasión no es lo contrario de la justicia, y que la más completa justicia es lo mismo que la más completa compasión?
Algunos creen que la compasión significa que se nos permite escapar de los resultados de nuestras malas acciones; sin embargo, esto no sería justicia, ni sería un acto compasivo hacia aquellos que fueron perjudicados por esas malas acciones. Él debería recordar la definición de karma: la inflexible e infalible tendencia del universo a restaurar el equilibrio, y que opera sin cesar. El karma es la ley inherente y, por lo tanto, su operación debe ser impersonal. Quizás algunos consideren que esto es “despiadado”, pero eso será debido solamente a que ellos desean escapar de las consecuencias que son desagradables.
Hay solo dos maneras de ver el asunto: o el universo es gobernado por la Ley y está bajo la Ley, o todo es caos. Nuestra experiencia en cada departamento de la naturaleza apunta al hecho de que la Ley impera en todas partes. Todo lo que ocurre, en cualquier lugar, ocurre bajo la Ley. Nuestro control de los elementos, nuestro uso de los materiales de la naturaleza es posible solo porque siempre pueden hacerse las mismas cosas cuando las mismas condiciones están presentes. Habiendo descubierto algunas de las leyes de la electricidad, por ejemplo, podemos dirigir ese fluido o fuerza, y usarlo para muchos propósitos diferentes.
Ahora bien, así como la Ley rige el mundo material, puede verse que gobierna también los mundos mental y moral. Karma simplemente significa “acción” y su consecuente “reacción”. No hay karma [individual] a menos que haya un ser que lo cree o sienta sus efectos. [1] Los efectos desagradables indican causas que produjeron cosas desagradables en el mundo, afectando a los demás, y encontrando la restauración del equilibrio en el punto de perturbación. Entonces, no puede haber más que una retribución: la justicia. ¿Por qué querríamos que se produjera otra cosa que no fuese justicia?
La Biblia dice: “Lo que el hombre siembra, eso cosechará”, y “No resistas al mal y este se alejará de ti”. ¿Qué es el “mal” sino la cosecha de los efectos de las malas acciones? Si tratamos de evitar la restauración del equilibrio, el mal no se alejará de nosotros, sino que regresará de nuevo. Pero si lo aceptamos todo como justo y correcto, entonces el “mal” se alejará. No deberíamos aplicar el karma simplemente a aquello que denominamos bien y mal en la vida física. La Tierra gira en su órbita, y es llevada cada vez más lejos por el Sol en su órbita mayor. Ella envejece a través de los ciclos, cambia su apariencia, y adopta estados de materia que ni siquiera soñamos. Tal es el karma de la Tierra. Antes o después, aun estando girando en su órbita, nuestro planeta moverá lentamente sus polos y llevará la fría región de hielo donde ahora ocurren las escenas de verano; este es el karma de la Tierra y de sus habitantes. El karma, por tanto, ¿cómo puede restringirse a los detalles de una vida, o cómo puede ser juzgado sobre esta base? Debería decir que el karma es la compasión en sí, porque ¿acaso desconozco que nada puede impedir que ni yo ni cualquier otro ser reciba lo que se merece por ley, ley que es exacta e infalible?
“No conoce la cólera ni el perdón; absolutamente precisas
Son sus medidas; infalible es su balanza;
El tiempo no existe para ella, juzgará mañana
O después de muchos días.
Tal es la Ley que hace que todo se mueva hacia la justicia,
Y que nadie puede desviar ni detener;
Su esencia es Amor, su meta
Es la Paz y la dulce Realización. ¡Obedécela!”. [2]
Él pregunta si hemos cambiado nuestra “fe”. La teosofía no es una “fe”, dado que las “fes” pueden ser cambiadas; pero como la teosofía es un conocimiento que cada uno puede hacer suyo, no hay lugar para el cambio, el miedo o la duda. Conocemos las declaraciones de todo tipo que hacen las sociedades y los individuos. [3] ¿Cómo puede uno determinar el valor de ellas, si es que tienen alguno? Precisamente de esta manera: si te piden que aceptes algo solo porque alguien lo dice, y al mismo tiempo no te dan los medios necesarios para que puedas ver por ti mismo la veracidad de esa afirmación antes de aceptarla, entonces lo más prudente que puedes hacer es negarte, porque de lo contrario estarías renunciando a tu propio juicio y aceptando con fe ciega la opinión de otro.
NOTAS:
[1] He añadido la palabra “individual” entre corchetes. El universo entero está eternamente en movimiento, y su movimiento es regulado por la Ley del Karma. No hay nada fuera de la Ley. La Ley del Karma es omnipresente tanto en los Manvántaras (períodos de manifestación del universo) como en los Pralayas (sus períodos de descanso). Sin embargo, la existencia de karma humano individual depende de la existencia de un ser individualizado. (CCA)
[2] Esta es una cita de la obra “The Light of Asia” (“La Luz de Asia”), de Edwin Arnold, Theosophy Co., Los Angeles, pp. 218-219. (CCA)
[3] Alusión a la falsa clarividencia y a las iniciaciones imaginarias de individuos desinformados como Annie Besant, Charles Leadbeater y Geoffrey Hodson, entre tantos otros. La pseudoteosofía transmite la ilusión según la cual la creencia ciega permite escapar de la ley del karma. (CCA)
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El artículo “La Ley del Karma y la Compasión” es una traducción del inglés y ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial. Título original y link: “Mercy and the Law of Karma”. Hemos añadido la nota editorial inicial y las notas numeradas de la versión en portugués del texto: “A Lei do Carma e a Compaixão”. La publicación en español ocurrió el 16 de abril de 2020.
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