Hay una Esperanza Real Para Quien Decide
Romper las Rutinas de la Pereza y de la Ignorancia
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
No es posible aprender teosofía de modo práctico sin experimentar un profundo sentimiento de incomodidad. Y eso por un motivo muy simple. Es precisamente la incomodidad la que aleja a la acomodación. La acomodación es el apego, la ignorancia hecha rutina.
 
Este es un problema que viene de vidas anteriores. El mero estudio y la lectura atenta no son suficientes para identificar sus raíces.
 
Es verdad que, después de que uno descubre la teosofía, existe la posibilidad de que durante algún tiempo todo ocurra de manera agradable. La enseñanza parece fácil, familiar, comprensible. Los acontecimientos fluyen de modo tranquilo. Hay una bendición siete días por semana. Esto tiene lugar mientras se produce la recapitulación de lecciones de vidas anteriores. Este es también el período de descanso necesario después de las probaciones y los desafíos que llevaron a uno a descubrir la teosofía. Es el tiempo del alivio que el reencuentro provoca.
 
Sin embargo, pasada la etapa cómoda, el teósofo conseguirá ir más allá del abordaje preparatorio solamente si tiene una cantidad suficiente de factores realmente incómodos en su vida.
 
Jamás se debe pensar, por tanto, que los obstáculos y las dificultades nos alejan del camino espiritual. Al contrario. Nos acercan. Son los desafíos los que abren espacio para la expansión de la consciencia. Pero es necesario examinar si queremos el camino espiritual tal como realmente es – estrecho, empinado, incómodo, difícil, siempre cuesta arriba – y no como los perezosos, ingenuos y desinformados quisieran que fuese.
 
Mientras el yo inferior lucha para superar con ética los obstáculos en el camino, la consciencia interna trasciende la situación de corto plazo y hace que el foco de la consciencia se mueva hacia niveles más amplios de la realidad, en los cuales será encontrada la verdadera fuerza interior. Es el esfuerzo incómodo del yo inferior el que da el derecho kármico a la liberación oculta del alma.
 
¿Qué se puede hacer, entonces, en la situación lamentable en que no hay desafíos y la vida es excesivamente cómoda? La teosofía práctica tiene un mensaje para quien siente que le faltan dificultades y energía en su caminata:
 
“Trata de poner tu vida al servicio de la humanidad. Haz esto a través de la filosofía y la sabiduría universal, y problema resuelto. Cuando surjan los desafíos y obstáculos, agradece por ellos, porque son solo mensajes y lecciones existenciales destinados a entrenarte en el aprendizaje. Descifra los mensajes que los contratiempos traen, aprende las lecciones sobre desapego y discernimiento, y avanzarás en el camino. Laméntate de los que viven acomodados en la ignorancia. Pon a disposición de ellos la posibilidad de despertar”.
 
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El artículo “El Elogio de las Dificultades” es una traducción del portugués. El trabajo ha sido hecho por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Texto original: “O Elogio das Dificuldades”. La publicación en español ocurrió el 29 de enero de 2022.
 
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