La Trascendencia Mística
Debe Ser Protegida por el Sentido Común
Carlos Cardoso Aveline
Neptuno y la Tierra, una comparación de los tamaños. Foto: NASA/Wikipedia.
Cada vez que el Sol recorre el signo de Piscis, el cielo estimula un sentimiento de amistad universal. Es el momento correcto de vivir la unidad ilimitada con el cosmos. La lección anual de trascendencia comienza en febrero y culmina en la segunda mitad de marzo.
Durante este tiempo, la energía de la estrella local enseña a fortalecer la comunión con el espacio sin límites y la duración eterna. Después, el comandante del sistema solar entrará en Aries para abrir un nuevo ciclo zodiacal e iniciar otro viaje heroico del alma a través de los doce signos.
Piscis está regido por el planeta Neptuno y su corregente es Júpiter. El generoso autoolvido que se vive con el Sol en Piscis es la base más noble para una acción verdaderamente pionera cuando el Sol pase por Aries. La lección básica de la unidad primordial debe inspirar la voluntad innovadora del Sol ariano, que empieza el 20 de marzo.
Cada vez que pensamos con calma en el cosmos, una paz viene a nosotros por algún tiempo y se vuelve parte de nuestra aura. La intensidad y durabilidad de ese sentimiento armonioso dependerán de la profundidad del pensamiento. La paz es a menudo subconsciente.
Según el Raja Yoga, la mente humana asume poco a poco la forma y la sustancia de lo que contempla. Pensando en el cosmos, se amplía nuestra unidad con él. La teosofía nos enseña a hacer esto preservando el espíritu práctico. Podemos ser el universo sin distanciarnos de la condición humana.
El Equilibrio en Cada Alma
El cosmos avanza a lo largo de líneas simétricas de evolución. En el nivel óptimo de la vivencia, la sabiduría universal de Piscis fluye junto con el discernimiento. La trascendencia mística debe ser protegida por el sentido común. En el debate eterno de los cielos, el equilibrio es garantizado por el diálogo de Piscis con el signo zodiacal opuesto, el detallista y planificador Virgo.
El aprendizaje mutuo entre Piscis y Virgo ocurre dentro de cada ser humano y consiste en la interacción entre el todo y la parte. Es la conversación entre el conjunto y el detalle. Es el debate no siempre fácil del infinito insondable con los asuntos pasajeros del día a día.
Los dos puntos de vista son indispensables. La visión inclusiva de Piscis es fuerte cuando tiene como auxiliar al foco preciso del detalle, dado por Virgo. El espíritu virginiano, con su visión crítica, su capacidad de organización y su trabajo incansable, es más eficiente cuando se pone al servicio del todo universal pisciano.
La mente concreta necesita la amplitud dada por la inteligencia del cielo profundo. La visión cósmica ha de tener a su lado una percepción capaz de ver bien las cosas pequeñas, y de ponerlas en armonía con lo inmenso. El respeto por el detalle ayuda a la consciencia oceánica de Piscis a transitar hacia el mundo creativo e incisivo de Aries.
Por otro lado, la idea de simplicidad voluntaria abre las puertas a la búsqueda del tesoro celeste. Cuando se piensa conscientemente en el todo, el desapego es un factor decisivo. Más que un concepto económico o una necesidad sociológica, la idea de la vida simple es una virtud del alma y un principio central del universo pisciano.
Un corazón libre de confusiones permanece por encima de esos estrechos sentimientos personales cuya principal característica es la perfecta inutilidad. La vida simple se armoniza con el yo superior y facilita alcanzar el conocimiento divino.
En la teosofía antigua y moderna, el universo es visto como un mar. La renuncia a las cosas de importancia secundaria nos libera de la mezquindad y facilita encontrar lo esencial en el océano ilimitado de la vida.
Un Amigo del Cielo Distante
Neptuno es el señor de las aguas infinitas en la mitología, y uno de los planetas más cósmicos de nuestro sistema solar. Situado lejos del Sol, es considerado un representante de la galaxia, acompañando el viaje sagrado de nuestra aldea solar a través del cielo más amplio.
Una de las razones para usar la metáfora del “océano sin playas” en relación con el universo está en el hecho de que el cosmos tiene sus propias mareas y corrientes “marítimas”, con sus ciclos, así como los océanos acuáticos de nuestro planeta.
Helena Blavatsky defiende con vehemencia la ciencia astrológica en el volumen XIV de sus Escritos Reunidos (“Collected Writings”). La psicología del cielo estudia el universo tal como se ve desde el suelo de nuestra Tierra, y revela la amplia influencia de las energías celestes sobre cada aspecto de la humanidad. La astrología demuestra la identidad de nuestra alma con la vida espiritual de la pequeña ciudad cósmica de la que formamos parte. Abriendo camino a experimentar la unidad de la vida, Neptuno y Piscis hacen que uno despierte al lado activo de la compasión universal.
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El artículo “La Lección del Sol en Piscis” es una traducción del portugués y la tarea ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Texto original: “A Lição do Sol em Peixes”. La publicación en español ocurrió el 07 de marzo de 2022.
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