Cómo el Trabajo de los Maestros de
Sabiduría Fue Recibido en Norteamérica
Carlos Cardoso Aveline
Una estatua de H. P. Blavatsky, esculpida por Alexey Leonov
Veremos a continuación un texto corto de Helena P. Blavatsky. Escrito en mayo de 1877, describe el flujo constante de calumnias contra ella que empezó cuando llegó a Norteamérica en 1873.
Muchos años después, durante la década de 2020, uno puede observar fácilmente que tal torrente de falsedades aún no se ha detenido.
El acto de calumniar persistentemente a un mensajero de los maestros sagrados de Oriente no contribuye al buen karma de los Estados Unidos como nación, o al karma de la civilización occidental. Ataca la conexión entre la nación y la ética, entre la sociedad y la sabiduría, y atrae lo contrario de las bendiciones. Especialmente, si consideramos que algunas secciones influyentes del llamado movimiento teosófico en Occidente han aceptado y acogido el sistema de insultos organizados contra una alta iniciada.
En diciembre de 2003, la “Theosophical” Publishing House de Estados Unidos publicó un libro que contiene cartas claramente falsas publicadas como si hubiesen sido escritas por Blavatsky y que, vergonzosamente, la atacan a ella y al movimiento teosófico. El Sr. John Algeo fue su editor principal. El volumen es un intento de dar una apariencia de legitimidad a la vieja corriente de mentiras y ataques traicioneros que HPB y sus estudiantes han tenido que enfrentar desde la década de 1870.
El significado y resultado principales de un volumen tan lamentable es que, desde 2003, la difusión de falsedades contra la enseñanza y los instructores auténticos es oficialmente estimulada por la propia Sociedad Teosófica que H. P. B. fundó, aunque, en realidad, el principal elemento que la organización actual tiene en común con la Sociedad original es su nombre.
John Algeo y la Sociedad de Adyar en Norteamérica lograron actualizar las viejas calumnias antiteosóficas y darles una apariencia precaria de legitimidad. Véase el artículo “The HPB Defense Project”. De hecho, Helena Blavatsky tenía sus motivos para escribir lo siguiente en una carta dirigida a A. P. Sinnett:
“Y, ¡oh!, querido amigo, ¡cuántos traidores y Judas de todos los colores y tonalidades tenemos en el corazón mismo de la Sociedad! ¡La ambición es muy mala consejera!”. [1]
Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos, el deber de ser leal es central y decisivo para el karma del movimiento teosófico. Veamos brevemente por qué.
El memorando preliminar de la escuela esotérica original – fundada por Blavatsky en 1888 – cita algunas frases de un Maestro de Sabiduría que mencionan los siguientes principios sólidos:
* “El instructor desempeña el papel de los padres para el discípulo dedicado”. (“Collected Writings”, HPB, TPH, vol. XII, mitad superior de la p. 502).
* “Así como las extremidades protegen la cabeza y el corazón del cuerpo al que pertenecen, los discípulos han de proteger la cabeza y el corazón del cuerpo al que pertenecen (en este caso, la teosofía) de cualquier daño”. (“Collected Writings”, vol. XII, mitad inferior de la p. 502).
* “Quien no limpia la suciedad con la que un enemigo ha manchado el cuerpo de su padre, ni ama al padre ni se honra a sí mismo. Quien no defiende a los perseguidos y los indefensos (…) ha nacido demasiado pronto bajo forma humana”. (“Collected Writings”, vol. XII, p. 503).
Sobre la responsabilidad del movimiento teosófico como factor causal en el karma humano, tanto presente como futuro, uno puede examinar el artículo “La Batalla de la Verdad – Doce Fragmentos Proféticos Sobre el Ciclo Humano Actual y el Próximo”.
Veamos, pues, el testimonio de HPB acerca de cómo fue recibida en los Estados Unidos:
Una Carta de la Señora Blavatsky
(Reproducida de “The World”, Nueva York, 6 de mayo de 1877) [2]
Al editor de The World.
Señor:
Desde el primer mes tras mi llegada a Norteamérica empecé, por razones misteriosas, aunque quizá comprensibles, a provocar odio entre quienes pretenden llevarse bien conmigo o incluso ser mis mejores amigos. He sido objeto de difamaciones, insinuaciones viles e indirectas. Me he mantenido callada durante más de tres años, aunque el último delito que se me ha atribuido fue calculado para excitar el odio de una persona de mi temperamento. Me he librado de varios de estos distribuidores de calumnias, pero, viendo que las opiniones de amigos cuyo buen juicio valoraba me producían sufrimiento, adopté una política de aislamiento. Durante dos años, mi palabra no ha salido de mis apartamentos y, por un promedio de, al menos, diecisiete horas al día, he estado sentada en mi escritorio con mis libros y manuscritos como compañeros. Durante este tiempo, he entablado muchas amistades altamente valiosas con damas y caballeros que me han buscado sin esperar que les devolviese la visita. Soy una mujer mayor y, como todos, siento la necesidad de respirar aire fresco, pero mi aversión al mundo mentiroso y difamatorio que encontramos fuera de los países “paganos” ha sido tal que creo que en siete meses he salido de casa apenas tres veces.
Sin embargo, ningún retiro es seguro frente al calumniador anónimo que usa el servicio postal estadounidense. Mis amigos de confianza han recibido cartas que contienen las mentiras más infames sobre mí. Se me ha acusado varias veces de 1) ser una borracha, 2) falsificar, 3) ser una espía rusa, 4) ser una espía antirrusa, 5) no ser rusa en absoluto, sino una vividora francesa, 6) haber estado en la cárcel por robar, 7) ser la amante de un conde polaco que vive en Union Square, 8) haber asesinado a siete maridos, 9) bigamia, 10) ser la amante del coronel Olcott, 11) ser la amante de un acróbata. Podría mencionar otras cosas, pero la decencia me lo impide.
Desde la llegada de Wong Chin Foo, los calumniadores han vuelto a las andadas, esta vez con el doble de intensidad. He recibido cartas y otras cosas anónimas, así como hojas de periódico que narran historias infames sobre él. Él ha recibido comunicados acerca de nosotros, uno de los cuales le pido que inserte:
“4 de mayo. ¿Conoce el discípulo de Buddha el carácter de la gente con quien ahora reside? El entorno de un instructor de moralidad y religión debería ser moral. ¿Lo es? Todo lo contrario: hay gente de muy dudosa reputación, como uno puede comprobar acercándose a una comisaría. UN AMIGO”.
No sé nada de los méritos o defectos de Wong Chin Foo, excepto que, desde su llegada, su forma de hablar y su conducta me han impresionado favorablemente. Me parece que es un estudiante muy sincero y entusiasta. Sin embargo, es un hombre y es capaz de cuidar de sí mismo, aunque, como yo, es un extranjero. Solo quiero decir esto en mi defensa: desafío a cualquier persona de Norteamérica a dar la cara y demostrar una sola de las acusaciones contra mi honor. Invito a quien posea tales pruebas y esté dispuesto a defenderlas en un tribunal de justicia a que las publique en los periódicos firmando con su propio nombre. En ese caso, daré a todos una lista de mis varias residencias y contribuiré al pago de detectives que sigan todos mis pasos. Pero, por la presente, declaro que, si se publican más calumnias inverificables y consigo averiguar la identidad de sus autores, invocaré la protección de la ley, que, según la teoría de la Constitución nacional norteamericana, fue creada para los ciudadanos paganos tanto como para los cristianos. Además, informo a los difamadores de inclinación especulativa de que no se pagan chantajes en el n.º 302 de West Forty-seventh Street.
Atentamente,
H. P. Blavatsky (5 de mayo de 1877) [3]
NOTAS:
[1] Palabras citadas en el libro de 255 páginas “The Fire and Light of Theosophical Literature”, de Carlos Cardoso Aveline, The Aquarian Theosophist, Portugal, 2013, p. 105.
[2] La carta es reproducida del volumen I de los “Collected Writings” de H. P. Blavatsky, TPH, EUA, pp. 247-249, y de “A Modern Panarion”, Theosophy Co., pp. 110-111. Título original: “A Card from Madame Blavatsky”. Boris de Zirkoff escribe que su carta también está publicada en la revista “Sun” de Nueva York bajo el título “Various Slanders Refuted”, según parece deducirse del álbum de recortes de H. P. B., vol. IV, p. 61. (CCA)
[3] En su álbum de recortes, vol. IV, p. 61, H. P. B. resaltó en lápiz rojo la mayor parte de este párrafo [final] y añadió también las siguientes palabras: “Quien soy”. (Nota de Boris de Zirkoff)
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El artículo “Los Estados Unidos y Blavatsky” fue traducido del inglés por Alex Rambla Beltrán. Texto original: “The United States and Blavatsky”. La publicación en español ocurrió el 28 de febrero de 2023.
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