El Místico del Siglo Dieciocho Que
Anticipó la Misión de Helena Blavatsky
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
El conde Alessandro Cagliostro, nacido en torno a 1743; retrato
publicado en el libro “Cagliostro, Le Maître Inconnu”, de Marc Haven.
 
 
 
“No vengo de ningún lugar, y no
pertenezco a tiempo alguno. Fuera del tiempo,
mi ser espiritual vive su existencia eterna”.
 
(Cagliostro)
 
 
 
Alessandro Cagliostro fue uno de los mayores místicos del siglo XVIII. Fue también incomprendido y perseguido hasta su muerte, o, al menos, hasta el momento en que desapareció misteriosamente de su celda, ubicada en una prisión inaccesible del Vaticano.
 
Todo aquel que se opone a la ignorancia organizada es objeto de ataques. Según la leyenda de los evangelios cristianos, Jesucristo fue condenado a la cruz como castigo por ser un charlatán. Cagliostro, todavía hoy, es tildado de charlatán, así como ocurre con Saint Germain, Helena Blavatsky y otros sabios y filósofos de diferentes épocas.
 
A pesar de las calumnias, el trabajo de Cagliostro en la segunda mitad de los años 1700 tiene una relación interna con el impulso que un siglo después crearía el movimiento teosófico moderno, en 1875.
 
Famoso por su don de curar, Cagliostro trabajó en niveles superiores de consciencia. Su esfuerzo se sumó a las acciones de otros pensadores del siglo XVIII, entre ellos los filósofos iluministas de varios países de Europa. Ayudó a provocar grandes transformaciones sociales. También intentó rescatar al movimiento masónico de su decadencia. Cagliostro creó una masonería en Lyon, Francia, en 1786, para la cual organizó un Rito Egipcio. [1] Esta masonería estaba abierta a la participación de mujeres. A comienzos del siglo XX, Annie Besant y sus seguidores usaron el nombre “Rito Egipcio” para hacer un ritual sin valor y sin relación con el rito egipcio auténtico.
 
H. P. Blavatsky indica que Cagliostro actuaba inspirado por la filosofía esotérica de los maestros del Oriente. Él pasó algún tiempo en Rusia e Inglaterra. Después vivió en Francia. Perseguido, estuvo seis meses preso en la Bastilla antes de que su inocencia quedara demostrada en el famoso asunto del collar de la reina. Su trabajo por la regeneración del ser humano coincide con el mismo impulso interior humanista que dio lugar a la declaración de los derechos del hombre y originó las revoluciones norteamericana y francesa. Los excesos de la Revolución francesa, que degeneró en una especie de terrorismo de Estado, solo muestran la necesidad de la acción pacífica. El ideal básico de la democracia y de la libertad del individuo es más actual que nunca en el siglo XXI. El lema “Libertad, igualdad [de derechos] y fraternidad” es hoy la meta de la Organización de las Naciones Unidas y de cada ciudadano de buena voluntad.
 
Paso a paso, la civilización se acerca al momento en que se alcanzará el ideal de la paz perpetua entre todos los pueblos, ideal formulado en la segunda mitad del siglo XVIII por Jean-Jacques Rousseau, Immanuel Kant, el barón de Holbach y otros humanistas, al mismo tiempo que el místico Cagliostro y el conde de Saint Germain también trabajaban, en un plano más esotérico, por la elevación del alma humana.
 
Nacido a comienzos de la década de 1740, Cagliostro había trabajado durante mucho tiempo por el ideal humanista cuando fue apresado por la Inquisición del Vaticano en Italia, en diciembre de 1789.
 
En aquel momento, la Revolución francesa estaba comenzando. Hecho prisionero, lo llevaron de una prisión a otra. Cagliostro fue torturado, larga pero inútilmente, por los atormentadores católicos. El objetivo de los verdugos del Vaticano era forzarlo a confesar crímenes que no había cometido.
 
El 7 de abril de 1791, Cagliostro fue condenado a muerte. Sus libros y algunos de sus objetos masónicos fueron quemados delante de una multitud, en la Piazza della Minerva, en Roma.
 
H. P. Blavatsky cuenta que, poco después, ocurrió algo curioso. Un extraño personaje, nunca antes visto en el Vaticano, surgió en Roma y solicitó una audiencia con el papa. En vez de dar su nombre, el desconocido mandó solo una palabra al pontífice, a través del cardenal secretario.
 
La reacción del papa fue recibir inmediatamente al desconocido. Después de algunos minutos de audiencia privada, el personaje se retiró. Enseguida, el papa dio órdenes para un procedimiento de debía hacerse en el más absoluto secreto. La pena de muerte a la que Cagliostro había sido condenado debía ser conmutada por la cadena perpetua. El conde de Cagliostro debía ser encerrado en el castillo de San Leo, que estaba en lo alto de una roca, y al cual solo se podía acceder en una cesta que se subía y se bajaba mediante el uso de poleas. Era un ascensor primitivo. [2]
 
Fue de allí, hace más de 200 años, de donde Cagliostro desapareció el 26 de agosto de 1795.
 
Según la versión oficial, murió. De acuerdo con otras versiones, mencionadas por Helena Blavatsky, habría salido vivo de aquella celda inaccesible gracias a algún método especial.
 
En verdad, hay un misterio sobre cómo terminó la vida de este personaje. Según W. R. H. Trowbridge [3], que cita a H. P. Blavatsky como fuente, él parece haber salido de la prisión de San Leo por un método del cual sus carceleros no fueron informados. Esta afirmación de HPB está documentada. HPB narra esta posibilidad en su artículo “Was Cagliostro a Charlatan?”, citado arriba (véase la nota 2).
 
Además, Trowbridge menciona un relato según el cual, algunos años después de la desaparición de Cagliostro, habría acontecido algo de gran interés para los teósofos. Trowbridge cita a HPB como fuente de su afirmación, pero no dice en qué texto ella escribió lo que él narra, o cuándo lo dijo. Según Trowbridge, HPB afirmó que Cagliostro fue visto por varias personas en Rusia, después de su supuesta muerte en 1795, y que pasó algún tiempo en la casa del padre de Helena Blavatsky.
 
La afirmación de Trowbridge debe ser investigada, porque no está demostrado que H. P. B. dijera tal cosa.
 
Sin embargo, es cierto que Cagliostro vivió algunos meses en Rusia entre 1779 y 1780. Helena Blavatsky nació en el Imperio ruso pocas décadas después de la muerte de Cagliostro. Un estudio comparado entre las personalidades y circunstancias de vida de ambos muestra un gran número de elementos similares. Blavatsky escribió bastante sobre Cagliostro. También tenía consigo y usaba la joya masónica que había pertenecido a él, y que hoy forma parte de los archivos de la Sociedad Teosófica de Adyar, en la India. [4]
 
En una carta dirigida a Alfred Sinnett, Helena Blavatsky cuenta que un colaborador de ella, Darbargiri Nath, visitó durante más de una hora la celda en la que estuvo Cagliostro. Darbargiri pudo haber desarrollado allí alguna actividad meditativa especial. En el mismo párrafo, HPB menciona al Sr. Hodgson, uno de los individuos desinformados que la acusaron de charlatana en los años 1880:
 
“¿Acaso soy mayor, o de alguna manera mejor, que Saint Germain, Cagliostro, Giordano Bruno y Paracelso, y muchos otros mártires cuyos nombres aparecen en las enciclopedias del siglo XIX con los meritorios títulos de charlatanes e impostores? Será el karma de los jueces ciegos y malvados, no el mío. En Roma, Darbargiri Nath fue a la prisión de Cagliostro en el fuerte Sant Angelo, y permaneció en aquel hoyo horrible durante más de una hora. Lo que hizo allí le daría al Sr. Hodgson elementos para otro informe ‘científico’ si pudiera investigar el hecho”. [5]
 
Es interesante mencionar un detalle numerológico que muestra la relación oculta entre Cagliostro y Helena Blavatsky.
 
Cagliostro fue condenado a muerte el 7 de abril de 1791. Helena Blavatsky murió el 8 de mayo de 1891, exactamente un siglo, un mes y un día después de la condena de Cagliostro.
 
En medios esotéricos, existe el consenso de que en el siglo XVIII Cagliostro trabajó en cooperación con el conde de Saint Germain. Henry Olcott, cofundador del movimiento teosófico moderno, escribió algo significativo sobre una de las personas más cercanas a HPB, su tía Nadya Fadeef.
 
Refiriéndose a Saint Germain, Olcott dijo:
 
“Si la Sra. Fadeef – tía de HPB – pudiera ser inducida a traducir y publicar ciertos documentos de su famosa biblioteca, el mundo tendría un enfoque más bien informado de lo que existe hasta la fecha sobre la misión europea prerrevolucionaria de este adepto oriental”. [6]
 
De hecho, HPB termina el artículo “Count de Saint-Germain”, publicado en “The Theosophist”, con las siguientes palabras:
 
“Un miembro respetado de nuestra Sociedad [Teosófica] que reside en Rusia posee algunos documentos muy importantes sobre el conde de Saint Germain, y esperamos que, para rescatar la memoria de uno de los personajes más grandes de los tiempos modernos, los eslabones perdidos (pero necesarios desde hace mucho) de la cadena de su accidentada historia puedan ser mostrados pronto al mundo a través de estas columnas”.
 
Boris de Zirkoff, editor de las obras de HPB, añade que tal teósofo que vivía en Rusia era ciertamente Nadya, la tía de HPB, y que los documentos mencionados nunca fueron puestos a disposición del público. [7]
 
En sus memorias, Henry Olcott también afirma que en 1878 HPB y él pensaron en hacer que el movimiento teosófico retomara el trabajo desarrollado por Cagliostro en el siglo XVIII. [8]
 
En la primera mitad de su misión, HPB hizo fenómenos psíquicos similares a los que efectuó Cagliostro.
 
El pensador francés Marc Haven escribió una larga y excelente biografía de Cagliostro: “Le Maître Inconnu”. Es uno de los pocos estudios de gran envergadura sobre Cagliostro que le hacen justicia.
 
El libro reproduce un testimonio de Cagliostro, en el cual podemos leer:
 
“No vengo de ningún lugar, y no pertenezco a tiempo alguno. Fuera del tiempo, mi ser espiritual vive su existencia eterna. Y si me retiro en mi consciencia y retrocedo a lo largo del transcurso de las edades, y si llevo mi espíritu hasta una forma de existencia que está muy lejos de la forma que vosotros percibís, entonces me convierto en aquello que deseo. Participando conscientemente del Ser Absoluto, regulo mi acción según el medio que me rodea. Mi nombre es el nombre de mi función, y yo lo elijo, así como elijo mi función, porque soy libre; mi país es aquel en el que fijo momentáneamente mis pasos”.
 
Cagliostro añade:
 
“No nací de la carne, ni de la voluntad de seres humanos. Nací del espíritu. Mi nombre es cosa mía, y es este con el que elegí aparecer ante vosotros, este es el nombre que quiero. El nombre con el que me llamaron al nacer, el nombre que me dieron en mi juventud y los nombres con los que fui conocido en otros tiempos y lugares los abandoné como ropa vieja que ya no tiene utilidad para mí”.
 
Y dice también:
 
“Todos los seres humanos son mis hermanos. Amo todos los países. Los recorro para que, en todas partes, el Espíritu pueda descender y encontrar un camino hacia vosotros. Pido a los reyes, cuyo poder respeto, solo hospitalidad en sus países, y, cuando la recibo, paso por ellos, haciendo a mi alrededor el mayor bien posible, pero lo único que hago es pasar. ¿Soy un viajero noble?”. [9]
 
Como Blavatsky, Cagliostro tenía una visión nítida de su tarea mayor.
 
“En cada lugar por el que paso”, dijo él, “abandono algunas partes de mí mismo, desgastándome, reduciéndome en cada etapa, dejándoos un poco de claridad, un poco de calor, un poco de fuerza; hasta que, al fin, haya llegado definitivamente al término de mi trayectoria, en el momento en que la rosa florezca en la cruz”. [10]
 
H. P. Blavatsky escribió que Cagliostro fue el último de los verdaderos rosacruces [11], y las palabras de él en el fragmento citado arriba parecen sugerir dos cosas:
 
1) Que la misión de Cagliostro incluía varias vidas.
 
2) Que su misión terminaría con la victoria de la sabiduría y de la ética universales en la comunidad humana; “el florecer de la rosa en la cruz”.
 
¿Cuándo ocurrirá eso?
 
Blavatsky afirma (en Collected Writings, volumen XIV, p. 27) que la sabiduría del altruismo derrotará a la ignorancia espiritual “antes del final del siglo XXI”. En las líneas finales de su obra “La Clave de la Teosofía”, ella anuncia que la vida en el siglo XXI podrá convertirse en un paraíso en comparación con lo que era en el siglo XIX.
 
NOTAS:
 
[1] Haz clic para ver el libro Rituel de la Maçonnerie Egyptienne.
 
[2] Was Cagliostro a Charlatan?”, artículo de H. P. Blavatsky disponible en nuestros sitios web asociados y publicado en “Collected Writings”, TPH, Adyar, India, volumen XII.
 
[3] “Cagliostro – Maligned Freemason and Rosicrucian”, W. R. H. Trowbridge, Kessinger Publishing Co., Montana, EUA, 312 pp., pp. 306-307.
 
[4] Sobre la accidentada trayectoria de la joya masónica de Cagliostro, véase el artículo “The Mysterious Life and Transitions of the Cagliostro Jewel”, de Nell C. Taylor, en la revista “Theosophical History”, edición de julio de 1990, California, EUA, p. 79 y siguientes. Los discípulos avanzados tienen la posibilidad de reencarnar rápidamente, porque experimentan en vida altos niveles de consciencia y, por tanto, no necesitan un largo intervalo entre dos vidas para obtener un “descanso en la esfera celestial”. Según algunos investigadores, como la autora inglesa Jean Overton Fuller, las encarnaciones de Paracelso, Cagliostro y H. P. B. podrían haber sido tres vidas consecutivas de la misma alma inmortal, cuya meta es ayudar a preparar un nuevo ciclo de la evolución humana. (Sin embargo, las similitudes entre estas tres vidas también podrían ser el resultado de otras causas). Hay por lo menos uno o dos datos astrológicos que vinculan el mapa astral de Blavatsky a la vida de Cagliostro. Cada 26 de agosto, cuando Cagliostro desapareció de la prisión, el Sol pasa por un punto importante del mapa astrológico de Blavatsky. Allí se concentran varios planetas, entre ellos Saturno, el maestro del tiempo y del karma. Además, vale la pena mencionar que el día 26 de agosto ocurre solo 14 días después de la fecha de nacimiento de Blavatsky, el 12 de agosto. Son dos veces siete. El día 26 de agosto es un punto fuerte y favorable del mapa astral de HPB. Sobre Cagliostro y Blavatsky, véase el comentario sobre el cuento “An Unsolved Mystery”, más abajo, en la nota sobre fuentes bibliográficas.
 
[5] “The Letters of H. P. Blavatsky to A.P. Sinnett”, transcritas por A.T. Barker, Theosophical University Press, Pasadena, California, EUA, 1973, 404 pp., carta XLVI, p. 110. H. P. B. da el nombre de Sant Angelo a la fortaleza. Cagliostro fue encarcelado inicialmente en Sant Angelo. El Vaticano afirma que murió más tarde en la fortaleza de San Leo (“Collected Writings”, volumen XII, pp. 86-88). Hay ilustraciones sobre San Leo y la celda que supuestamente ocupó allí Cagliostro en la obra “Cagliostro”, de Roberto Gervaso.
 
[6] “Old Diary Leaves”, Henry Olcott, First Series (volumen I), TPH, India, 1974, 490 pp., p. 241, nota al pie de página.
 
[7] “Count de Saint-Germain”, artículo de HPB, en “Collected Writings”, volumen III, pp. 125-129, p. 129.
 
[8] “Old Diary Leaves”, Henry Olcott, First Series (volumen I), obra citada, pp. 468-469.
 
[9]Cagliostro, Le Maître Inconnu” (Étude historique e critique sur la Haute Magie), de Marc Haven, Ed. Dorbon-Einé, 19, Boulevard Haussmann, París, 1912, Épilogue, pp. 281-284. Haz clic para ver el libro en los sitios web asociados. En la edición más reciente, Éditions Dervy, Paris, Quatrième Édition, 1995, pp. 241-244. La obra de Marc Haven tiene una edición brasileña publicada por la Editorial Madras, de São Paulo, bajo el título de “Cagliostro, o Grande Mestre do Oculto”, 304 pp., 2005. Edición en inglés: “Cagliostro – The Unknown Master”, de Marc Haven, Lewis Masonic Publishers, Hersham, Surrey, Reino Unido, 2021, 282 páginas.
 
[10]Cagliostro, Le Maître Inconnu”, obra citada, p. 283. En la edición de 1995, final de la p. 242 e inicio de la p. 243.
 
[11] “Collected Writings”, H. P. Blavatsky, TPH, Adyar, India, volumen I, pp. 103-104, artículo titulado “A Few Questions to Hiraf”. En el mismo volumen, véase también la p. 141, texto “The Science of Magic”.
 
Otras Fuentes Bibliográficas Sobre Cagliostro
 
Véase, además de los libros y textos citados arriba:
 
* “Cagliostro et le Rituel de la Maçonnerie Égyptienne”, Robert Amadou, SEPP, París, 1996, 117 pp. Véase, en las pp. 34-37 de este pequeño libro, una especulación de Amadou sobre el final de los tiempos en torno al año 2000.
 
* “L’Esprit Des Choses”, Publication du C. I. R. E. M., (Centre International de Recherches et D’Etudes Martinistes), Francia; volumen 4 (1995) y volumen 5 (1996).
 
* “The Phoenix, an Illustrated Review of Occultism and Philosophy”, Manly P. Hall, segunda edición, The Philosophical Research Society, 1995, 176 pp., capítulo “Cagliostro and the Egyptian Rite of Freemasonry”, pp. 152-159.
 
* “Compendio de la Vida y Hechos del Conde Calliostro”. La compilación del proceso de la Inquisición contra Cagliostro. Se trata de una edición facsimilar de 1991, de Ediciones Obelisco, que reproduce el libro publicado en 1791 en Sevilla, España, y que tiene 315 páginas. La edición facsimilar posee 750 ejemplares numerados. El ejemplar de la biblioteca de la Logia Independiente de Teósofos tiene el número 504.
 
* Artículo “Who Was Cagliostro?”, Will C. Burger, en la revista “The Theosophist”, Adyar, Madrás / Chennai, India, marzo de 1962, p. 384 y siguientes.
 
* Artículo “Blavatsky About Cagliostro”, Will Burger, “The Theosophist”, octubre de 1964, p. 8 y siguientes.
 
* Artículo “Great Theosophists – Cagliostro”, revista “Theosophy”, Los Angeles, octubre de 1938, pp. 530-536.
 
* El cuento de H. P. B. titulado “An Unsolved Mystery”, con comentarios del editor Boris de Zirkoff, en “Collected Writings”, de H. P. Blavatsky, TPH, volumen I, pp. 151-162. La historia está también publicada en los sitios web asociados y tiene un tono fantástico. El relato describe un supuesto episodio de Cagliostro y su esposa, ambos usando otros nombres, en París, en 1861. Este cuento puede que sea un modo de que HPB evaluara la vida de un iniciado dando, al mismo tiempo, pistas falsas sobre “el misterio de Cagliostro”, para proteger el secreto que debe rodear a la vida de todo discípulo avanzado. Bajo su capa externa de simbolismo, el texto aborda desafíos fundamentales enfrentados por los discípulos, y por Cagliostro en el siglo XVIII, aunque, leído desde el punto de vista externo y literal, sea incongruente. Por ejemplo, no tiene sentido pensar que una persona no avanzada en el camino, como la esposa de Cagliostro, pudiera reencarnar tan rápidamente. Tampoco es correcto pensar que Cagliostro estuviera haciendo exactamente las mismas cosas un siglo más tarde, o que se involucrara en una situación personal tan complicada como la que muestra la narración. Además, si los hechos relatados fueran verdaderos, tendrían que haber aparecido en los periódicos, y no hay indicios de que ello ocurriera. Por tanto, es claramente necesario trascender el nivel de lectura de la letra muerta para aprovechar las lecciones de gran valor contenidas en la historia.
 
* Cagliostro es citado varias veces en la primera parte del cuento de HPB titulado “The Silent Brother”, que está incluido en “Collected Writings”, volumen II, pp. 366-377. Véanse especialmente las dos páginas iniciales.
 
* “HPB Speaks”, editado por C. Jinarajadasa, TPH, Adyar, India. Obra en dos volúmenes. Véase especialmente el volumen II, pp. 27 a 36.
 
* “Cagliostro”, Roberto Gervaso, Biblioteca Universale Rizzoli, BUR, 1972, 1976, 1992, Milán, Italia, 250 pp.
 
* El libro “Cagliostro”, Philippe Brunet, 1994, Rusconi Libri, Milán, Italia, 380 pp.
 
* El artículo de William Q. Judge “Prince Talleyrand, On Cagliostro”, disponible en los sitios web asociados.
 
* “Collected Writings” de H.P. Blavatsky, TPH, India, volumen XV (índice), pp. 98-99.
 
* El artículo “Alexandre Dumas Descreve Cagliostro”, de Carlos Cardoso Aveline. El mismo texto, en inglés: “Alexandre Dumas Describes Cagliostro”.
 
* El ensayo de 20 páginas titulado “Cagliostro”, en el libro “Les Illuminés”, de Gérard de Nerval, Éditions Gallimard, Francia, 441 pp., pp. 357-377.
 
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El artículo “El Misterio de Alessandro Cagliostro” fue traducido del portugués por Alex Rambla Beltrán. Texto original: “O Mistério de Alessandro Cagliostro”. La publicación en español ocurrió el 22 de diciembre de 2024.
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