Pomba Mundo
 
El Ciclo de Cien Años y el
Amanecer de la Era de Acuario
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
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Neptuno (izquierda) y Urano: los  regentes de las eras de Piscis y Acuario
 
 
 
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El texto a seguir traduce el capítulo 22 de la
obra “The Fire and Light of Theosophical Literature”,
de C. C. Aveline, The Aquarian Theosophist, Portugal, 2013.
 
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“Si la luz de la Teosofía se
mantiene ardiendo clara, será la luz
salvadora de todo el mundo … Pero la pregunta
es, ¿quiénes serán los portadores de la luz?”
 
(Robert Crosbie en “A Book of
Quotations”, Theosophy Co., India, p. 104)
 
 
 
El maestro-adepto Budista reformador en el Tibet, Tsong-kha-pa (1357-1419), estableció un ritmo centenario en el trabajo de la Hermandad de Iniciados que guían la evolución humana. H. P. Blavatsky escribió que  entre los mandamientos de Tsong-kha-pa “hay uno que impone a los Arhats intentar iluminar al mundo, incluyendo las ‘bárbaros blancos’, en cada siglo, en un cierto período específico del ciclo.” [1]
 
Tsong-kha-pa dio el impulso para el primer esfuerzo especial al final del siglo 14. Desde entonces el progreso humano ha tenido un ritmo de cien años de sístoles y diástoles, y todo el que observe la historia mundial será capaz de distinguirlos. Pero el tiempo es más que simplemente cíclico. Tiene ciclos dentro de ciclos, más grandes y más pequeños, y hay una estrecha, continua interacción entre todos ellos.
 
Desde la época de Tsong-kha-pa hasta el año 2000 hemos tenido siete esfuerzos de fin de siglo. Cada número siete indica peligro y oportunidad, y típicamente significa un cambio en la consciencia. No es por pura casualidad, entonces, que el esfuerzo entre 1975-2000 – el séptimo de su clase – nos condujo hacia  los últimos años del  transitorio crepúsculo / amanecer  entre  la era de  Piscis y la era de  Acuario.[2]
 
Fue HPB misma quien plantó las primeras semillas de anticipación respecto al periodo 1975-2000. Y ella hizo lo mismo con respecto al siglo 21. Su última frase en “La Clave de la Teosofía”, sugiriendo que la Tierra será como un cielo en nuestro siglo presente, no puede ser fácilmente olvidada. En otras partes, Blavatsky estableció que la victoria del auténtico Ocultismo sería consumada antes del final del siglo 21.[3] Y muchos estudiantes por todo el mundo recuerdan estas palabras en “La Doctrina Secreta”:
 
“En el siglo veinte algún discípulo más informado, y mejor dotado, puede ser enviado por los Maestros de la Sabiduría para dar finales e irrefutables pruebas de que existe una Ciencia llamada Gupta-Vidya; y que, como las una vez misteriosas fuentes del Nilo, la fuente de todas las religiones y filosofía ahora conocidas para el mundo han sido por muchas eras olvidadas y perdidas para los hombres, pero al fin encontradas.” (DS, volumen I, p. XXXVIII)
 
William Q. Judge escribió en un documento privado con fecha de Noviembre 1894 que el esfuerzo del siglo 19 fue en gran medida una preparación para el futuro momento cuando la misma HPB volvería de nuevo al mundo. Pero Judge era enfático en prever los grandes esfuerzos que harían las fuerzas anti-evolutivas, tratando de impedirlo. [4] En Enero de 1895 un artículo de Judge fue publicado en el “Irish Theosophist”, en el cual decía:
 
“H.P. Blavatsky ha indicado claramente en la Clave, en su conclusión, que el plan es mantener la S.T. viva como un cuerpo activo, libre, no-sectario durante todo el tiempo esperando al próximo gran mensajero, que será ella sin cuestión.” [5]
 
Llegado a este punto, uno debe examinar una aparentemente incómoda pregunta. ¿Por qué HPB y W.Q.J. hicieron tales revelaciones públicas sobre el próximo Mensajero?
 
Después de todo, como dice el Nuevo Testamento, “uno no debe dejar que  la mano izquierda [los egoístas] sepa lo que hace mano derecha [los altruistas]”. (Mateo, 6:2-4)
 
Una posible respuesta a esto tiene al menos dos aspectos.
 
Uno
 
No hay razón para creer que – realizando o autorizando estas afirmaciones – los Maestros y HPB dieran al público todo su plan de acción desde 1875 hasta el 2075. HPB no dio los detalles de la victoria de la verdad sobre la falsedad, que ella predijo para el siglo 21. La profecía sobre el próximo mensajero debe ser vista como una pista y al mismo tiempo un desvío. Uno debería verlo como una indicación parcial dada sobre eventos futuros. Estaba probablemente destinada de modo consciente a ser interpretada con la ayuda de una intuición elevada por aquellos que tenían afinidad interna con su contenido, adquiriendo varias dimensiones de significado a lo largo de diferentes momentos y situaciones del ciclo.
 
Durante su misión del siglo 19, HPB estableció el tono para la completa transición hacia el nuevo ciclo. Además de eso, ella extendió sobre su vasta obra escrita miles de pistas que han sido y serán útiles a generaciones de lectores y trabajadores teosóficos, del pasado y del futuro. 
 
El Jesús del Nuevo Testamento enseñó utilizando parábolas que podían ser comprendidas por todos, pero que eran esotéricamente interpretadas solamente por aquellos con derecho a ello (ver Mateo, 13: 13-16). La teosofía moderna no enseña a menudo a través de parábolas, pero tiene su propia manera de dar una enseñanza al público que tiene diferentes niveles de lectura. Además de usar el pensamiento abstracto, extiende elementos fragmentarios de información que emergerán como un contexto en los momentos y lugares apropiados. Los aspirantes al discipulado son literalmente buscadores de la verdad, como explicado en las Cartas de los Mahatmas. Los estudiantes de toda una vida tienen la oportunidad de realizar una búsqueda paciente de la verdad que estimula el desarrollo de su Buddhi-Manas. Alfred P. Sinnett parece haber sido en algún momento capaz de captar este principio pedagógico fundamental. Él escribió en “El Mundo Oculto”:
 
“Estas revelaciones esparcidas (…)  han sido rotas y arrojadas en fragmentos de manera designada, para que uno fuera solamente capaz de llegar a  una completa convicción (…) después de una cierta cantidad de esfuerzo en poner juntas las pruebas dispersas. Pero cuando este proceso está cumplido uno llega a un cierto bloque de conocimiento….” [6]
 
Dos
 
Veamos ahora el segundo aspecto de la respuesta a la pregunta sobre “por qué tal temprana publicidad acerca del nuevo Mensajero”. La verdad es, a corto plazo – id est, hasta el año 1975 – tal afirmación tenía otro papel que jugar. La revista “Theosophy” claramente sugiere algo al respecto en un artículo de 1942. Tras mencionar a HPB, el texto dice:
 
“… Y para que ella escribiera definitivamente que otro mensajero aparecería en el último cuarto del siglo veinte fue un seguro en contra de que los fieles Teósofos fueran engañados sobre el estatus oculto de cualquier que pudiera posar como los ‘nuevos reveladores’ antes de que el ciclo para la búsqueda y aprendizaje más profundo hubiera llegado.” [7]
 
Este es un punto verdaderamente importante: fue, entre otras cosas, un seguro en contra de los fuegos artificiales peligrosos de la pseudo-teosofía. Este aspecto de la cuestión de la publicidad se puede clarificar más aún mientras volvemos a nuestro examen de cómo la idea del “próximo mensajero” evolucionó a lo largo de los años.
 
La sombra puede solamente correr detrás de la luz, y el error está destinado a imitar a la verdad. Annie Besant probablemente pensó que el asunto del “próximo mensajero” era importante, ya que ella pronto intentó tomar ventaja de la oportunidad y hacer algo sobre el regreso de HPB. En 1900, habiendo ya abandonado las enseñanzas originales, perseguido a William Judge y provocado la división del movimiento, Besant estaba activamente intentando organizar y anunciar una falsa reencarnación de HPB, a través de la hija pequeña del Sr. G. N. Chakravarti. La carta de 1900 hizo que Besant abandonara la operación. [8]
 
A pesar de su limitada lealtad a HPB, el presidente-fundador Henry S. Olcott en 1904 tuvo algo que decir sobre su esperado regreso en un nuevo cuerpo. Tras describir el último retiro de Damodar Mavalankar a los ashrams de la región de los Himalayas, Olcott especuló:
 
“Yo no sé cuándo, si alguna vez, él volverá a nosotros. Que él lo hará, yo lo creo; y yo no debería sorprenderme si él viene cuando HPB, reencarnada y, como él mismo, cambiado de manera irreconocible, retornará al trabajo mundial que ella tuvo que dejar (…).” [9]
 
Mientras tanto, Annie Besant no se había olvidado de la idea de una “segunda venida”. Si no funcionó con HPB, podía intentarse con algún otro. Justo tras la muerte de Olcott en 1907, Besant se ajetreó organizando la espectacular “reaparición” del Señor Cristo.
 
El proyecto fue una larga, engañosa “comedia cristiana del nuevo mensajero”. Tenía una “dimensión preventiva”, y esto completamente confirmó la advertencia de Judge hecha en 1894. Los fuegos artificiales mesiánicos solamente se detuvieron, al menos externamente, cuando el que fuera a ser “Cristo” abandonó el papel de Mesías y abandonó la Sociedad Besantiana en 1929. [10]
 
Las versiones delirantes del movimiento teosófico no son más que la cáscara (aunque a veces demasiado gruesa) que rodea al real y viviente organismo.
 
A través de la parte difícil del siglo, estudiantes independientes preservaron un pequeño y activo núcleo de visión y hermandad universal, y esto silenciosamente inspiró a otros individuos por todo el mundo a seguir las líneas originales de trabajo. El conocimiento de la ley cíclica y sus predecibles olas de marea de karma ofrecieron una luz guiadora para los teósofos, mientras que miraban al futuro. Año tras año, la anticipación sobre 1975 se mantuvo viva y parecía crecer. Un nuevo portador de la antorcha podría posiblemente aparecer en el último cuarto del siglo, y podría liderar el movimiento a un más alto  nivel de progreso y comprensión.
 
Cuando el año mágico de 1975 finalmente llegó, amplios sectores del movimiento parecieron ser tomados por un nuevo sentimiento de entusiasmo.
 
Pequeños libros, revistas y nuevas ediciones de las obras de HPB se multiplicaron. Un número de iniciativas significativas y logros sucedieron, no solo dentro del movimiento, pero también en el mundo, en varios campos de la ciencia, en filosofía, y las áreas de los derechos humanos y la justicia social. El diálogo entre religiones se hizo más fuerte. A lo largo del planeta, la consciencia ecológica se extendió y estimuló una percepción de la unidad interior que engloba a todos los seres. Había una expectativa en el aire. En Mayo de 1991 la revista de Adyar incluyó en una edición especial estas palabras llenas de sentido de Manly P. Hall:
 
“Supongamos que hoy mismo H.P. Blavatsky, la leona de la Sociedad Teosófica, retornase del Amenti de los sabios y pidiera cuentas a los miembros de la Sociedad que ella fundó. ¿Quién podría estar ante ella y decir, honestamente, ‘Amada maestra, lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, hemos permanecido fieles a ti y a los Maestros para quienes tú hablabas’?”[11]
 
Esa sería una pregunta embarazosa para algunos. Pero los años ya estaban pasando y el regreso espectacular no había sucedido. La nueva ola de vitalidad teosófica permaneció visible durante la primera mitad de los 1990. Después, la vida del movimiento comenzó a decaer, y en algún momento del 2000, teósofos individuales comenzaron a sentir un vacío no declarado. Desde ese momento, los aspectos negativos del karma colectivo emergieron rápidamente, dentro y fuera del movimiento teosófico.
 
En el 2001, los ataques terroristas del 11 de Septiembre en los Estados Unidos sirvieron para simbolizar el cambio de dirección en el karma humano. Conforme nos acercamos a un cambio de dimensiones planetarias, la nube kármica sobre ciertas partes del movimiento – que radiaba desaliento a los estudiantes honestos y amor de poder para los astutos – se hacía más densa.
 
Las dificultades son de esperar en cualquier comienzo de siglo. Aunque uno pueda tener un par de sorpresas, mucho antes de 2075. No está todo dicho sobre los ciclos kármicos. Otros y más amplios círculos de tiempo se solapan y ocultan el ciclo de corto plazo, el ciclo de cien años.
 
Es bien conocido que la misión de HPB preparó el cierre, en 1897-1898, de los primeros 5.000 años desde la muerte de Krishna en 3105 A.E.C., que era el punto de comienzo de Kali Yuga.
 
En Agosto de 1931, un artículo en la revista “Theosophy” llamó la atención al hecho de que, justo en el medio de estos dos puntos en la historia (la muerte de Krishna y la Misión de HPB), el Señor Buddha nació en la India en el 621 A.E.C. Gautama Buddha vivió 2.500 años tras la muerte de Krishna y unos 2.500 antes de la muerte de HPB. Pitágoras y Lao-tzu fueron contemporáneos a Buddha y dieron mayor fuerzo a ese punto medio del ciclo de 5.000 años.
 
Por lo tanto la completitud de la misión de HPB en el siglo 19 cerró dos ciclos, uno de 2.500 años y otro de 5.000 años. Su trabajo ha tenido un fuerte impacto en tanto Oriente como Occidente, y su influencia está todavía evolucionando.
 
Debido al principio de la coexistencia de ciclos diferentes durante tiempos de transición, las figuras y los números no siempre tienen que ser mecánicamente precisos. HPB se suponía haber vivido hasta 1897, por ejemplo; pero no había necesidad real de ello, y ella no vivió hasta entonces.
 
Entre otras consideraciones, el artículo de 1931 en “Theosophy” dijo que, debido a los ciclos mayores solapando la misión de HPB, “es casi absurdo para los teósofos considerar que el final del siglo 19 marcó el final de una misión centenaria ordinaria.”
 
El artículo continuó:
 
“Pero se sugiere fuertemente que en 1975 una misión mayor será realizada; que el nuevo Mensajero tendrá el poder de demostrar además de enseñar – siempre que los teósofos que intervengan será leales a su confianza. Pero – la tradición dice que Buddha se encarnó cincuenta años tras su muerte para completar su misión. El Sr. Judge ha visto oportuno hacer una fuerte afirmación considerando el Mensajero de 1975 como el mismo Iniciado como en 1875.” [12]
 
Esta afirmación solamente podría tener sentido si hubieran otros grandes ciclos relacionados a 1975-2000, que podrían añadir a su significado. Y ellos existen.
 
Utilizando un lenguaje un tanto oscuro e indirecto, en una modesta nota a pie de página a un artículo, HPB dio las fechas precisas y la duración de eras astrológicas recientes, y reveló que el año 1900 sería el comienzo de la nueva Era de Acuario. Ella escribió que uno de los “ciclos destacados” llegando a un cierre al final del siglo 19 era “el ciclo Mesiánico (…) del hombre conectado a Piscis”.
 
Y ella añadió:
 
“Es un ciclo, histórico y no muy largo, pero muy oculto, durando unos 2.155 años solares (…). Ocurrió [en] 2410 y 255 A.C., o cuando el equinoccio entró en el signo del Carnero, y de nuevo hacia el de Piscis. Cuando entre, en algunos años, en el signo de Acuario, los psicólogos tendrán trabajo extra (…).” [13]
 
Geoffrey Barborka clarificó esta afirmación:
 
“Dado que 2.155 años es el período temporal de la duración de cada ciclo de las eras de Aries y Piscis, y dado que la Era de Piscis comenzó en el 255 A.C., la fecha para el comienzo de la Era de Acuario es 1900 A.D.”  [14]
 
HPB añadió más evidencia en 1888:
 
“… El Tiempo ha tomado otro poderoso paso: un paso de doce meses hacia el último día de nuestra era presente; (…..) – la última frontera de nuestro siglo senil. En doce años la cortina se habrá caído, apagando las luces de pie de los actores y todo lo posterior de la vista pública. . . . Solamente entonces muchas escenas actuadas en el triste drama de la vida, y muchas actitudes mal comprendidas de algunos de los actores principales en ese Misterio de la Era llamado Teosofía y sus Sociedades, aparecerán en su verdadera luz.”  [15]
 
Escribiendo en 1888 y refiriéndose a “doce años”, ella estaba apuntando claramente a 1900 como el límite entre las dos edades. El límite cronológico es más bien un punto abstracto, sin embargo.
 
La coexistencia es una ley, en relación a los ciclos sucesivos. Las diferentes eras viven juntas durante un tiempo. La transición de eras astrológicas es un proceso complejo, y sus efectos toman unos cientos de años para hacerse claramente visibles. Se dijo en “La Doctrina Secreta” que cada yuga está precedido por un período de “amanecer” llamado Sandhya, que tiene una décima parte de la duración de la era. Y el ciclo es también concluido por un período de ocaso, llamado Sandhyamsa, cuya duración es la misma que el periodo de amanecer. [16]
 
Si seguimos la ley de analogía, esta información del yuga nos puede dar una medida para el principal periodo de coexistencia entre dos eras más pequeñas de 2.155 años cada una.
 
Por lo tanto tenemos un ocaso de cierre o Sandhyamsa para la era de Piscis de 215 años, y un amanecer de apertura o Sandhya para la era de Acuario de 215 años.
 
Como no hay pralayas u ocultamientos en tan cortos periodos de tiempo como 2.155 años, el mismo periodo que es crepúsculo para Piscis puede también verse como el período de amanecer para la Era de Acuario.
 
Si 1900 fue el año en el que la nueva era comenzó, como afirmado por HPB, debe ser el punto medio, el punto de inflexión matemático en el proceso de crepúsculo/amanecer. En este caso, debemos dividir los 215 años en dos periodos de aproximadamente 107 años y medio, y poner uno de ellos antes del año 1900. La otra mitad debe ser proyectada por el periodo después de 1900.
 
Volviendo atrás 107.5 años desde Septiembre de 1900, uno encuentra el año 1793. Es el tiempo de la Revolución Francesa (1789-1793), que había sido preparado por la Revolución Norteamericana en 1776. Por todo el mundo, el colonialismo comenzó a caer. Fue el momento del fortalecimiento de los derechos humanos, de la libertad de pensamiento, y de la fraternidad universal; y esos valores son tan Teosóficos como Acuarianos. Este fue el punto de partida del periodo de 215 años de transición.
 
Por otro lado, cuando añadimos 107.5 años a Septiembre de 1900, nos encontramos 2008, un momento en la historia alrededor del cual varios niveles de cambios sin precedente pueden haber comenzado.
 
Además de los conceptos gemelos de sandhyamsa (o crepúsculo) y sandhya o amanecer, debemos recordar que uno de los ciclos ocultos mencionados en las “Cartas de los Mahatmas” es precisamente de 107 años. [17] Esta es precisamente la mitad del crepúsculo en el caso del ciclo de 2.155 años. Tal información confirma que “algo importante” debe haber sido finalizado definitivamente alrededor de 2007-2008, incluso si nadie es capaz de verlo por ahora. Probablemente es el cierre de todo el proceso transitorio de 215 años entre una era y la otra.
 
Para agregar más fuerza a la idea de que desde 2008 el crepúsculo/amanecer está básicamente completo, tenemos en el cielo, alrededor del mismo tiempo, el corregente de Piscis, Neptuno, transitando lentamente el signo de Acuario, mientras que el corregente de Acuario, Urano, visitó Piscis.
 
Este evento simétrico es el símbolo perfecto de un cambio de mando: el cetro del poder cambió de manos en el cielo.
 
Desde el 2012, habiendo completado su misión de 2.155 años, Neptuno está de “regreso a casa” en Piscis, en su propio signo, y cerrando el “ciclo menor” alrededor de la Tierra. Al mismo tiempo, su hermano Urano, el corregente de Acuario, transita el pionero y renovador signo de Aries, por lo tanto abriendo de manera vigorosa su primera ronda o ciclo a través del Zodíaco terrestre después del cambio de mando abrió totalmente la era de Acuario.
 
Neptuno y Urano son considerados “embajadores” de la galaxia, y HPB escribió que Neptuno no pertenece realmente a nuestro sistema solar (SD, I, 102 pie de página). También dijo que Neptuno y Urano son considerados guerreros y arquitectos. Es posible que al adherirse al sistema solar con su “peso” y magnetismo le dieron un toque final a su finamente entonado equilibrio y balance (ver SD, I, 101-102). Matemáticamente y astronómicamente, sus órbitas no están solamente íntimamente ligadas la una a la otra. Están íntimamente conectadas con la de Plutón, otro “embajador” – y uno que nos trae grades cambios estructurales desde el año significativo de 2008 (Plutón en Capricornio, el signo de las estructuras).
 
Hay también la cuestión del período de 70 años. HPB dijo que cada ciclo debe ser un múltiple de siete (SD, I, p.36). Tsong-kha-pa comenzó los esfuerzos del final de siglo en el siglo 14, y ahora estamos en el siglo 21, ambos siendo múltiplos de siete.
 
HPB añadió que el número siete es el gran número de los Misterios Divinos, mientras que “el número 10 es aquel de todo el conocimiento humano (década Pitagórica)”.
 
Por lo tanto el número setenta, que es una combinación de siete y diez, debe ser un número con significado.
 
En 1875 el esfuerzo público por la fraternidad universal comenzó, y si uno añade 70 años, uno encuentra 1945, el año en el que, precisamente el 8 de Mayo (aniversario de la muerte de HPB), las democracias declararon que la guerra había sido ganada en Europa. Ellas entonces comenzaron a preparar las Naciones Unidas, cuyo cuartel general se estableció en Nueva York, la misma ciudad en el que el movimiento fue fundado.
 
Si uno añade otros 70 años a 1945, uno llega al año 2015, cuando el “cambio de mando” entre Neptuno y Urano (con la ayuda de Plutón) no es solamente completa desde 2012, sino produciendo efectos.
 
Hay una nota de cautela, sin embargo, que añadir a la profecía hecha por HPB que el verdadero ocultismo tendrá una victoria final antes del final del siglo 21.
 
Ella también comentó que el siglo 20 podría ser quizá “el último” de ser llamado con ese nombre. [18]
 
Esta advertencia implica que, dependiendo de cómo las cosas pudieran evolucionar, podríamos experimentar tal cambio como civilización que una nueva manera de contar tiempo se podría adoptar en el siglo 21. Sin embargo, esto es un indicio y una posibilidad. El principio de la coexistencia permite que diferentes posibilidades kármicas estén abiertas y unas junto a otras, durante algún tiempo mientras ocurre el encuentro gradual de las dos Eras.
 
¿Qué podemos pensar, entonces, del hecho de que un gran mensajero no apareciera de manera visible en el momento esperado y en la forma esperada?
 
Quizá hay una lección de antropomorfismo en ello. Toda la filosofía de HPB fue construida bajo el principio de impersonalidad y en la necesidad de trascender la instintiva psicología de los rebaños, el estado mental que nos invita a ciegamente buscar un pastor, para que podemos seguirle automáticamente.
 
La filosofía esotérica enseña cada estudiante a encontrar inspiración en su propio yo superior, y esa idea fundamental – la verdadera base de la fraternidad consciente – permanece siendo un test para el movimiento teosófica.
 
La filosofía de HPB es la enseñanza de los Maestros para la nueva Era. Como un principio que guía a nuestras almas espirituales, no es solamente un regalo generoso: es también algo más que suficiente. La manera correcta de estar en unidad con el espíritu de HPB es aprender con su ejemplo y con el sacrificio de innumerables generaciones de pioneros, mientras uno trata de trabajar por el bien de todos los seres. [19]
 
NOTAS:
 
[1] Vea “Collected Writings”, H. P. Blavatsky, TPH, USA, volumen XIV, p. 431. Lea un texto biográfico sobre Tsong-kha-pa en “Collected Writings”, H. P. Blavatsky, TPH, USA, volumen XIV, pp. 573-575.
 
[2] Debería notarse – además – que el primer esfuerzo centenario incluyó la primera parte del siglo siguiente, ya que Tsong-kha-pa estuvo activo hasta 1419. Esto podría estar ligado a un factor expansivo o dilatorio en el séptimo esfuerzo centenario, que es el que comenzó en 1975. Dicho de otro modo, el séptimo intento oculto puede que se esté extendiendo hacia el siglo siguiente, justo como sucedió en el primero. El séptimo esfuerzo cierra un ciclo de 600 años entre 1419 y 2019. (El año 2019 también completa un ciclo de 100 años desde la muerte de Robert Crosbie en 1919.)
 
[3] HPB escribió: “El Ocultismo ganará la batalla (…) antes del final del siglo veintiuno ‘A.D.’.” (“Collected Writings”, vol. XIV, p. 27.) Una cita completa de sus palabras se puede encontrar en el Capítulo 28 de “Fire and Light”, “The Bright Side of Saturn” (“El Lado Iluminado de Saturno”).
 
[4] “The Judge Case”,  de Ernest Pelletier,  Edmonton Theosophical Society,  Canadá,  2004,  Part II,  p. 135.
 
[5] “The Closing Cycle”, un artículo de W.Q. Judge. Ver “Theosophical Articles”, W.Q. Judge, Theosophy Company, 1980, volumen II, p. 153.
 
[6] “The Occult World”, A. P. Sinnett, primera edición 1884, Apéndice a la Cuarta Edición, Kessinger Publishing Co., Montana, USA, 160 pp., ver p. 158.
 
[7] “The Centenary Cycle”, un artículo en la revista “Theosophy”, Abril de 1942, p. 267.
 
[8] Ver la Carta 46, primera serie, en “Letters From the Masters of the Wisdom”, TPH, edición de 1973.
 
[9] “Old Diary Leaves”, Henry S. Olcott, T.P.H., Adyar, India, volumen III, primera impresión 1904, 460 pp., edición de 1972, p. 279.
 
[10] Ver el Capítulo 15 de “The Fire and Light”, cuyo título es “The Making of an Avatar” (“Fabricando un Avatar”).
 
[11] “The Theosophist”, Adyar, India, Memorial Issue, Mayo 1991, p. 404.
 
[12] “The Hundred Year Cycle”, un artículo en la revista “Theosophy”, Agosto de 1931, p. 451.
 
[13] “Collected Writings”, H.P.B., TPH, USA, volumen VIII, p. 174, nota a pie de página.
 
[14] “Secret Doctrine Questions & Answers”, de Geoffrey Barborka, Wizards Bookshelf, San Diego, USA, 2003, 197 pp., ver p. 100.
 
[15] “From the Note Book of an Unpopular Philosopher”, de HPB, en la revista “Lucifer”, Septiembre 1888, página 84 en la edición de Kessinger Publishing Company.
 
[16] “The Secret Doctrine”, HPB, Theosophy Co., Los Angeles, volumen II, p. 308, nota a pie de página. Ver también la palabra “Yuga” en “Theosophical Glossary” (Theosophy Co.); y las palabras “Sandhya” o “Sandhi” en “Encyclopedic Theosophical Glossary” (TUP).
 
[17] “The Mahatma Letters to A. P. Sinnett”, edición TUP, Carta XLVII, p. 272.
 
[18] Ver la última frase de la parte II en el texto de HPB “The Esoteric Character of the Gospels”. La frase se puede encontrar en el volumen VIII, p. 205, en “Collected Writings”, HPB (TPH), o en la página 193, volumen III, de “Theosophical Articles”, HPB, Theosophy Co., Los Angeles.
 
[19] Una versión inicial de este capítulo de “The Fire and Light” fue publicada  como un artículo por la revista canadiense “Fohat” en su edición de Invierno 2008, comenzando en la p. 82. Título original: “The Theosophical Movement, 1875-2075: The Hundred-Year Cycle And the Twilight of the Pisces Age”.
 
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El artículo “El Movimiento Teosófico, 1875-2075” fue traducido al español por Juan Pedro Bercial.
 
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En septiembre de 2016, luego de un cuidadoso análisis de la situación del movimiento esotérico internacional, un grupo de estudiantes decidió crear la Logia Independiente de Teósofos, que tiene como una de sus prioridades la construcción de un futuro mejor en las diversas dimensiones de la vida.
 
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