Ampliando la Sintonía con el Buen Karma
Carlos Cardoso Aveline
Aunque no sea esencial, el dolor es una parte inevitable de la vida. “Dukkha”, el sufrimiento, constituye la primera noble verdad del señor Buddha. Sufrir es tan antiguo como la humanidad.
Por otro lado, vivimos en el siglo XXI un momento de transmutación planetaria. Hay una fiebre kármica en las ciudades: todo se acelera, incluso el sufrimiento de los humanos, y también las tentativas desastrosas de huir del dolor.
Sean cuales fueren las circunstancias, el teósofo observa el mundo desde el punto de vista de la potencialidad sagrada. Él desea a todos lo mejor, y no lo más cómodo. Y piensa:
“Que la humanidad nazca – sin demasiado dolor – a una perspectiva más amplia de la vida. Que haya paz, y curación, a medida que se expanden los horizontes. Pueda cada uno administrar con sabiduría su propia energía vital. Que crezca el número de individuos de buena voluntad”.
El ciudadano sensato sabe que todo aquello en lo que se piensa largamente gana fuerza. Por tanto, él mantiene su foco en las cosas buenas. También ve que existe un número pequeño pero potencialmente decisivo de seres humanos trabajando por el bien de la humanidad, y que ellos tienen coraje para aceptar su cuota de dolor y de incertidumbre, y discernimiento para alejar las causas de la aflicción, hasta donde ello sea posible.
El trabajador del futuro construye una vida correcta a través de la experiencia práctica de la buena voluntad. Quien está en paz consigo mismo está también, fundamentalmente, en paz con los demás.
Todos los que actúan con altruismo son factores curativos. Miles de ciudadanos anónimos plantan cada día semillas de equilibrio y cooperación.
Cuanta más ansiedad haya, más valiosa es la actitud sensata de quien sabe esperar el momento oportuno para entrar en acción, de quien tiene discernimiento y consigue actuar al ritmo adecuado para hacer el bien.
El silencioso ejemplo de la acción constructiva debe ser seguido. Es ampliando la sintonía personal y colectiva con el buen karma como entramos en el territorio sutil de la bienaventuranza.
000
El artículo “El Arte de Evocar el Futuro” es una traducción del portugués y la tarea ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Texto original: “A Arte de Evocar o Futuro”. La publicación en español ocurrió el 31 de agosto de 2021.
000