Los Pocos Seres Conscientes
Son Arquitectos y Obreros del Futuro
Carlos Cardoso Aveline
Siglo tras siglo, los seres humanos llevan sobre los hombros, sangrando, la pesada cruz de la falta de respeto mutuo.
El alma inmadura sufre de un apego subconsciente al proceso del dolor. La ignorancia es un hábito ciego y renueva la mala voluntad entre individuos, grupos y naciones.
Alimentados por cientos de pretextos elegantes, los rencores estimulan la falsedad, el antisemitismo, el racismo, las guerras, la proliferación nuclear, el uso de drogas, la exageración del sexo y otros mecanismos de fuga imaginaria del dolor, que la agrandan aún más.
Terminado el ciclo kármico de la negatividad, el aglomerado de ilusiones ya no puede resistir a su propio peso y se deshace.
La más revolucionaria de las verdades es algo simple. No hay necesidad de apegarse al error y a la ceguera: el sadomasoquismo puede dejarse de lado. [1]
Mirando el sufrimiento, percibimos la curación. Es correcto aceptar incondicionalmente el momento actual de la evolución humana. Todos los hechos son regidos por la Ley. Los fracasos traen lecciones. La sabiduría purifica. La curación y el renacimiento de la luz surgen en las almas individuales, y se esparcen. Cabe a cada uno, por tanto, comenzar por sí mismo, actuando constructivamente ante el Karma de hoy.
El primer deber del individuo responsable es no quedarse hipnotizado por el desastre moral ajeno, aunque sea colectivo y parezca enorme.
La segunda tarea es pasar a construir por decisión propia lo que es bueno, bello y verdadero.
Los pocos seres conscientes son al mismo tiempo arquitectos y obreros del futuro. Ellos tienen el privilegio de la responsabilidad.
Pequeñas acciones “invisibles” de respeto por la vida marcan la diferencia.
La buena semilla germina secretamente en el suelo, y parece insignificante si se compara con un árbol centenario. Si hay perseverancia, la germinación encuentra aliados en la hora correcta y el proyecto crece.
En cualquier circunstancia, hay tres posibilidades a mi disposición.
Está a mi alcance fortalecer en mí el sentimiento de la paz sincera. Es posible hacer el bien conforme a mis posibilidades. Debo dejar a cargo de la Ley la tarea de cuidar del resto.
Om, shanti.
NOTA:
[1] Sobre el hábito de sufrir y la satisfacción enfermiza de ver el sufrimiento ajeno, haga clic para ver el artículo “Bom Senso Elimina o Sadomasoquismo”.
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El artículo “El Nacimiento de la Responsabilidad” es una traducción de “O Nacimiento da Responsabilidade”. La traducción al español es de Juan Pedro Bercial, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. La publicación ocurrió el 07 de julio de 2018.
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