Una Fuerza de Voluntad  Es
Necesaria Para que Haya Sinceridad
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
1. La Capacidad de Ser Honesto
 
¿Cuán importante es la lealtad a lo largo del camino teosófico?
 
Ninguna cualidad puede existir aislada. Las diferentes características personales fluyen juntas, interactuando unas con otras. Las cualidades espirituales son como pájaros que vuelan juntos.
 
Nadie es leal solo porque cierto día decidió ser sincero y constante. La honestidad es como la luz del sol: básicamente irradia en todas direcciones.
 
La lealtad hacia los demás surge de la lealtad hacia uno mismo. Surge de la capacidad de ser honesto con la consciencia de uno. Porque la base de la honestidad con los demás es la conexión de uno con su yo superior.
 
Por tanto, la fuerza de la lealtad de uno depende directamente de su relación con su alma espiritual.
 
En la teosofía, como en todos los aspectos de la vida, la lealtad a los principios comunes, a los ideales y objetivos compartidos, hace posible que existan vínculos profundos de cooperación y ayuda mutua entre las personas. Este hecho es, en gran medida, independiente del plano de las apariencias. Veamos el ejemplo de Donald J. Trump, que no se presenta como un yogui, ni escribió jamás sobre Helena Blavatsky.
 
Trump dice:
 
“Para mí, lo más importante es la lealtad. No puedes contratar la lealtad. A lo largo de los años, ha habido personas que juré que eran leales a mí, pero resultó que no lo eran. También ha habido personas en quienes no tenía la misma confianza y resultaron ser extremadamente leales. Por tanto, nunca se sabe. Lo que realmente busco, a largo plazo, es lealtad”. [1]
 
Las personas leales tienden a tener cierto grado de humildad. Son gente simple: tienen lucidez espiritual y la capacidad de ser amigos verdaderos.
 
En el caso del movimiento teosófico, el grado de lealtad y sinceridad de la persona expresa el grado de capacidad de vivir directamente la enseñanza, o pone de manifiesto que la persona simplemente admira la literatura, habiendo poca relación entre lo que lee y dice, y lo que vive.
 
Todo teósofo debe examinarse regularmente en este sentido, y también en otros sentidos. Todo el mundo puede mejorar. El éxito depende de la integridad. El coraje es necesario. Si hay persistencia, el progreso hacia la luz y hacia lo supremo será constante. Sin embargo, a menudo el verdadero progreso es invisible e imperceptible, y puede que, durante mucho tiempo, no haya señales externas de él.
 
2. Lealtad a Tus Decisiones
 
 
Si quieres merecer la victoria, debes empezar por ser leal a tu conciencia.
 
Esta es la base del proceso, y la lealtad hacia uno mismo necesita varias cosas diferentes. Entre otros factores, tienes que ser leal a tus decisiones.
 
Preguntémonos lo siguiente: ¿cuántos teósofos elaboran colecciones elegantes de bellas ideas espirituales, y cuántos de ellos aplican realmente esas ideas en su vida diaria?
 
Hay una diferencia oceánica entre las dos cosas.
 
“Teósofo es quien se comporta como tal”, escribe Helena Blavatsky en la página 20 de la edición original de su libro “La Clave de la Teosofía”. [2]
 
La idea es decisiva y constituye un verdadero axioma. Sin embargo, a menudo no es algo fácil de hacer. Para actuar consistentemente según el ideal teosófico, uno también tiene que purificar, educar y entrenar su voluntad, una tarea que puede requerir bastante tiempo y esfuerzo.
 
En uno de sus libros, Donald J. Trump escribe que uno debe aprender a ser “un hacedor, no un soñador”. Trump añade:
 
“La pasión es más importante que el cerebro o el talento. He visto a algunas personas muy talentosas e inteligentes fracasar por culpa de su falta de pasión. Son lo que yo llamo ‘personas de ideas’. Es probable que tú también hayas visto a este tipo de personas. Siempre parecen tener ideas nuevas y geniales que piensan poner en práctica algún día, pero nunca lo hacen”.
 
“Las ideas siempre se quedan en sus cabezas y nunca llegan a sus corazones. Sin el corazón, las ideas se esfuman rápidamente. Las ideas en sí son ligeras y suaves. Se necesita una pasión tremenda para transformarlas en hormigón, piedra y vidrio. Tienes que poner tus ideas en el terreno firme de la realidad concreta. Coge tus ideas y ponles el peso de la pasión lo más pronto posible, antes de que se desvanezcan en el aire. La pasión es el ingrediente mágico que te da un impulso feroz por completar cada tarea. He visto personas menos talentosas impulsarse a sí mismas hasta alcanzar un gran éxito, gracias a una pasión intensa. Debes tenerla para competir y prosperar en este mundo”. [3]
 
H. P. Blavatsky confesó, en un escrito que redactó en el siglo diecinueve, el completo fracaso de un gran número de estudiantes de teosofía que eran aspirantes al discipulado. Más de un siglo después, podemos y debemos preguntarnos: ¿por qué fueron ellos derrotados?
 
Empezaron con la mejor de las intenciones, pero fracasaron miserablemente al comienzo de la acción, porque no tenían la fuerza de voluntad necesaria para alcanzar sus metas en el ámbito del autoentrenamiento.
 
La lección práctica que debemos aprender en nuestro siglo es simple.
 
El déficit de purificación y educación de la voluntad entre los teósofos y ciudadanos de buena voluntad debe ser eliminado, y los buscadores de la verdad han de convertirse en “hacedores”, así como “soñadores”, antes de que el movimiento teosófico pueda cumplir debidamente con su misión.
 
3. La Lealtad Requiere Coraje
 
Hay una fuerte relación interna entre el apego a la comodidad personal y el sentimiento del miedo. Las dos cosas son inseparables.
 
Tienes miedo de perder la comodidad si defiendes la justicia. Tienes miedo de perder a tu amigo si le dices lo que realmente piensas. Del miedo nace un exceso de prudencia. De la prudencia surge la insinceridad. La insinceridad abre la puerta a la hipocresía, y entonces la persona se vuelve un sepulcro blanqueado.
 
Por otro lado, la lealtad al alma espiritual y a las metas supremas de uno requieren coraje. Nadie puede buscar la verdad si no dice la verdad. Quien tiene miedo de ser sincero necesita fortalecer su coraje y educar su voluntad; así encontrará el camino que lleva a la sinceridad.
 
Como veremos después, un maestro de sabiduría definió a los teósofos verdaderos como guerreros de la verdad, no como adoradores de la comodidad personal. Según los Mahatmas, el viaje del buscador de la verdad es el viaje del héroe.
 
Es de sabios guardar silencio si el silencio es necesario para seguir siendo sincero. En la mayor parte de las situaciones, es correcto hablar con franqueza solo si la franqueza será aceptada; pero uno debe saber que, en ausencia de sinceridad, no puede haber confianza mutua y no es posible la amistad, ni mucho menos una cooperación eficiente.
 
El sentimiento de amistad requiere franqueza. Pero la franqueza solo puede fluir en armonía cuando existen, al menos, tres condiciones. Primera: el que habla debe tener el coraje de ser sincero. Segunda: el que escucha debe tener el coraje de aceptar la sinceridad. Tercera: la meta (así como la mente) de las personas involucradas debe ser pura y noble, y enfocada en temas sagrados.
 
Quien es honesto consigo mismo tiende a ser honesto con los demás. Normalmente, la luz de la verdad irradia en todas direcciones, aunque es posible que algunas personas mantengan los ojos cerrados.
 
Todo mentiroso debe mentirse a sí mismo antes de mentir a los demás. Como resultado, pierde el sentido de la realidad, y ya no sabe exactamente dónde se encuentra. Los humanos son espejos unos de otros.
 
La falsedad hacia los demás es inseparable de la falsedad interna hacia uno; como resultado, los Judas se odian a sí mismos.
 
Sin embargo, la sinceridad no es un camino fácil. Todo el que sea sincero necesita sabiduría y sentido común. Los padres no pueden decir todo lo que piensan a un niño, porque no serán comprendidos. En el mundo adulto, uno debe tener cuidado con la infantilidad de aquellos con quienes habla.
 
La manera efectiva de ser sincero consiste, en primer lugar, en desarrollar la pureza de pensamiento y sentimiento. Los pensamientos y sentimientos despreciables deben cortarse de raíz. La autopurificación y la autovigilancia constante son la base de la práctica diaria de la sinceridad.
 
Por lo general, mientras tus sentimientos y pensamientos son elevados y buenos, puedes ser completamente sincero. Y, aun así, irritarás a muchos. A menudo, la sinceridad ofende mortalmente a quienes han escogido la hipocresía; pero, cuando esto ocurre, el individuo honesto no tiene la culpa. Con frecuencia, el hipócrita sufre y se irrita cuando ve integridad moral, porque esto es una clara señal de que ha fallado.
 
El camino teosófico nos enseña que elevarse en pensamiento es indispensable, pero no es suficiente. También hay que tener coraje, sentido común y discernimiento. Estas tres cualidades son necesarias no solo para desafiar a la ignorancia organizada, sino para hacer esto correctamente, de modo paciente, efectivo, victorioso y permanente.
 
¿Cuáles son las perspectivas del cobarde?
 
Todo cobarde tiene una tarea que hacer: fortalecer su voluntad. Cuando hay una voluntad firme apuntando hacia una meta valiosa, la cobardía desaparece, la autoconfianza surge, la lealtad nace, y la persona se vuelve totalmente capaz de buscar la verdad y seguir el camino espiritual.
 
El individuo cobarde de hoy es el peregrino valiente de mañana. La timidez constituye la fase infantil del futuro guerrero. La falta de franqueza es la ausencia temporal de confianza en la vida y de fe en uno mismo. Por tanto, existen tres hermanas que no son eternas, sino solo temporales: la cobardía, la falsedad y la deslealtad.
 
4. Cuatro Elementos de la Escalera de Oro
 
En las cartas de los Mahatmas, podemos leer estas palabras sobre el proceso de aprender teosofía:
 
“Valor, pues, todos vosotros, los que quisierais ser luchadores de la única Verdad divina; manteneos decididos y confiados; economizad vuestra fuerza moral no desperdiciándola en trivialidades, sino conservándola para las grandes ocasiones (…)”. [4]
 
 
La recomendación anterior no es un hecho aislado en la literatura teosófica. Encontramos estos cuatro elementos entre los peldaños más importantes de la Escalera de oro de la filosofía esotérica:
 
* Coraje para soportar las injusticias personales,
* Enérgica declaración de principios,
* Valiente defensa de los que son injustamente atacados, y
* Mirada constante al ideal de progreso y perfección humanos. [5]
 
El coraje es necesario en todos los aspectos de la vida, y Donald Trump ha escrito sobre esta virtud.
 
“Coraje significa no rendirse nunca”, dijo. “Es mucho más fácil rendirse, y esto es exactamente lo que hacen los perdedores. Ser derribado es una cosa; quedarse en el suelo es otra. Algunas personas muy ordinarias han logrado cosas extraordinarias simplemente persistiendo y no rindiéndose jamás. Abraham Lincoln es un buen ejemplo: su valentía lo convirtió en alguien extraordinario”.
 
Algunas líneas más adelante, Trump recuerda:
 
“Hemingway escribió una frase conocida: ‘El coraje es gracia bajo presión’. Piénsalo. Algunos días hemos de enfrentar desafíos que con los que preferiríamos no tener que lidiar, pero aun así nos levantamos y lidiamos con ellos. Esto es coraje, y requiere un cierto equilibrio. Tal vez esto no sea algo heroico; quizás no todos los días hayamos de enfrentar situaciones calamitosas, pero es un ejemplo de valentía que todos podemos entender”.
 
“La autoconfianza es un componente del coraje que todos necesitamos. A veces, nos hace falta un empujón en la dirección correcta”.
 
Y Trump esclarece que el coraje debe combinarse con pensamientos y sentimientos positivos:
 
“Otra cosa importante en relación con el coraje es que te ayudará a pensar y actuar correctamente. Te ayudará a enfocarte en las oportunidades que hay frente a ti, en lugar de en los problemas. A menudo, los problemas son oportunidades que nos llegan en un embalaje que no es el que esperamos o queremos. Esto me ha ocurrido más veces de las que puedo contar. Por tanto, cuando digo que doy la bienvenida a los problemas, hay una razón para ello. Mantén tu mente flexible y abierta a soluciones creativas para tus problemas. Einstein dijo: ‘No puedes resolver un problema con la misma mentalidad que creó el problema’. Esta es una buena manera de evitar dolores de cabeza y encontrar una solución”.
 
“… Recuerda que el miedo puede ser conquistado. Debes saber que eres capaz de tener coraje y que estás diseñado para tener éxito. Con eso ya tienes media batalla ganada. Después, pisa a fondo el acelerador, y la suerte estará de tu lado”. [7]
 
Todo peregrino debe administrar adecuadamente ese coraje que le permite ser leal a sus metas más elevadas, honesto con la voz de su conciencia, y sincero con sus semejantes.
 
NOTAS:
 
[1] Fragmento del libro “Think Big”, de Donald J. Trump y Bill Zanker, Harper Collins Publishers, Nueva York, EUA, copyright 2007, 367 páginas, p. 308.
 
[2] The Key to Theosophy”, de HPB.
 
[3] Fragmento del libro “Think Big”, de Donald J. Trump y Bill Zanker, Harper Collins Publishers, Nueva York, EUA, copyright 2007, 367 páginas, pp. 46-47.
 
[4]Las Cartas de los Mahatmas”, Editorial Teosófica, Barcelona, España, 1994, carta 55, p. 461.
 
 
[6] “Never Give Up”, de Donald J. Trump, con Meredith McIver, publicado por John Wiley & Sons, Inc., copyright 2008 Trump University, Nueva Jersey, EUA, 180 páginas, pp. 54-55.
 
[7] “Never Give Up”, de Donald J. Trump, p. 56.
 
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El artículo “La Lealtad y el Coraje Llevan a la Victoria” fue traducido del inglés por Alex Rambla Beltrán. El texto original forma parte de la edición de agosto de 2024 de “The Aquarian Theosophist”, pp. 1-6, bajo el título de “Loyalty and Courage Lead to Victory”. En el “Aquarian” no hay referencia al nombre del autor. La publicación en los sitios web de la Logia Independiente de Teósofos ocurrió el 27 de agosto de 2024.
 
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