El Profeta Judío en Torno
del Cual Surgió el Cristianismo
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
Jesús, en una pintura de Greg Olsen
 
 
 
La teosofía clásica enseña que el Nuevo Testamento no debe ser leído literalmente o en el nivel de la letra muerta. Los propios Evangelios sugieren la misma idea.
 
La verdad expresada por las parábolas, mitos y leyendas es más profunda que los hechos materiales. La narración del nacimiento milagroso de Jesús, por ejemplo, simboliza el proceso de la primera iniciación, no su nacimiento material. La enseñanza es verdadera, pero no su interpretación con base en la letra muerta.
 
Se ha dicho:
 
“El iniciado de primer grado es puro como un niño. El foco de su consciencia ha nacido en el plano del yo inmortal. Puede que su consciencia sea todavía como un niño indefenso que vive precariamente y es amenazado por Herodes (el egoísmo circundante), pero, aun así, ya ha nacido y está situada en el centro de la vida concreta, iluminando todas las cosas”.
 
Y también:
 
“La humildad, simbolizada en el lenguaje cristiano por el pobre pesebre, hace referencia a la ausencia de orgullo o egoísmo. La presencia de varios animales alrededor del niño Jesús simboliza la comunión esencial del iniciado con todos los seres”. [1]
 
El propio Jesús advirtió a sus discípulos que enseñaba por medio de parábolas, en Mateo 13:10-16. Y sin embargo, todavía hoy la gente se apega al hábito de la pereza mental y lee el Nuevo Testamento de manera mecánica.
 
En este punto, los lectores pueden preguntar legítimamente: si la historia del Nuevo Testamento sobre el nacimiento de Jesús es una alegoría, ¿cuál es la verdad acerca de su nacimiento real?
 
Surgen entonces hechos incómodos.
 
Tal como sus discípulos, Jesús era judío. No debería sorprender mucho que la historia de su nacimiento pueda ser encontrada en la tradición judaica.
 
Helena Blavatsky comparte esta historia sistemáticamente suprimida en una larga nota a pie de página en “Isis Sin Velo”. La narración debería leerse con calma y varias veces. Merece ser examinada despacio, y meditada. Según la narración, un hombre llamado Ben Pantera fue el padre pecador de Jesús, cuya madre era inocente y libre de pecado.
 
Blavatsky comienza indicando varias fuentes:
 
“Véase la versión de Gaffarel; ‘La Science des Esprits’, de Eliphas Levi; la ‘Royal Masonic Cyclopædia’, de Mackenzie; el ‘Sepher Toldos Jeshu’ y otras obras cabalísticas y rabínicas”.
 
A continuación, ella hace un resumen de los hechos:
 
“La historia es la siguiente: una virgen llamada María, la prometida de un joven llamado Yohanán, fue ultrajada por otro hombre llamado Ben Pantera o José Pantera, dice el ‘Sepher Toldos Jeshu’. ‘Su prometido, al conocer su desgracia, la abandonó, perdonándola. El niño que nació fue Jesús, llamado Joshua. Adoptado por su tío, el rabino Jehosuah, fue iniciado en la doctrina secreta por el rabino Elhanan, un cabalista, y después por los sacerdotes egipcios, quienes le consagraron Sumo Pontífice de la Doctrina Secreta Universal, debido a sus grandes cualidades místicas. Cuando regresó a Judea, su erudición y sus poderes suscitaron la envidia de los rabinos, y estos le reprocharon públicamente su origen e insultaron a su madre. De ahí las palabras atribuidas a Jesús en Caná: “¿Qué tienes conmigo, mujer?” (Juan, 2:4)’. Habiéndole reprendido sus discípulos por la dureza con su madre, Jesús se arrepintió y, después de que ellos le narrasen los detalles de la triste historia, declaró: ‘Mi madre no ha pecado, no ha perdido su inocencia; es inmaculada y, aun así, es madre… En cuanto a mí, no tengo padre en este mundo, ¡soy el hijo de Dios y de la humanidad!’. Palabras sublimes de confianza y fe en el Poder invisible, pero ¡fatales para los millones y millones de hombres asesinados por haber sido tan completamente malinterpretadas!”. [2]
 
Estas son las palabras de Blavatsky, que reproducen el punto de vista judaico tradicional con relación a Jesús. El sufrimiento asociado a esta historia tradicional sobre el nacimiento de Jesús no daña la esencia del cristianismo. [3]
 
Hay más evidencia al respecto en el hecho de que los templarios auténticos – no los modernos – compartían la opinión de que Jesús era un ser humano como cualquier otro. Comparando a los templarios recientes y mal informados con los auténticos, que existieron hasta el siglo XIV, Helena Blavatsky escribió:
 
“Los templarios actuales, que se adhieren estrictamente a la Biblia, no pueden reivindicar ser descendientes de aquellos que no creían en Cristo, ni como hombre-Dios ni como salvador del mundo; que rechazaban el milagro de su nacimiento y los milagros efectuados por él mismo; que no creían en la transustanciación, en los santos, en las reliquias sagradas, en el purgatorio, etc.”.
 
“Opinaban que Jesucristo era un falso profeta, pero que Jesús, el hombre, era un Hermano. Consideraban a Juan el Bautista como su patrón, pero nunca lo vieron a la luz de lo que se dice de él en la Biblia. Veneraban las doctrinas de la alquimia, la astrología, la magia, los talismanes cabalísticos, y se adherían a las enseñanzas secretas de sus jefes de Oriente”. [4]
 
La riqueza de la sabiduría presente en la tradición cristiana no es incrementada al suprimir los hechos. Los verdaderos cristianos no tienen miedo de ver la realidad.
 
Es correcto buscar la verdad y aceptarla, incluso si a menudo es incómoda. Jesús nunca creó iglesia alguna, por ejemplo, y nunca dijo que era un dios, ni el “único hijo” de un Dios.
 
Él era un “hijo de Dios”, como cualquier otro en su nación judaica. La expresión “padre que está en los cielos”, usada por Jesús, se refiere al Espíritu inmortal o yo superior de cada ser humano.
 
NOTAS:
 
[1] Véase La Magia del Final del Año”.
 
[2] Traducido del volumen II de “Isis Unveiled” (“Isis Sin Velo”), p. 386, nota al pie de página.   
 
[3]La Science des Esprits”, el libro de Eliphas Levi mencionado por Blavatsky en “Isis”, presenta varias narraciones del nacimiento de Jesús según la tradición judaica. Un documento talmúdico sobre el nacimiento de Jesús, incluido en “La Science des Esprits”, está publicado en lengua portuguesa: “Jesus Segundo o Talmude”.
 
[4] Fragmento de “El Misterio de los Templarios”.
 
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El artículo “La Teoría Pantera Sobre el Nacimiento de Jesús” es una traducción del inglés. La tarea fue hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. La publicación en español ocurrió el 11 de abril de 2021. El texto original en inglés puede ser leído – aunque sin indicación del nombre del autor – en las pp. 1-3 de la edición de marzo de 2021 de “The Aquarian Theosophist”.