Un Enfoque Intercultural
Despierta la Ética Planetaria
Carlos Cardoso Aveline
La Península Ibérica
El sociólogo brasileño Gilberto Freyre piensa que España y Portugal no son países completamente europeos. Son una combinación cultural de Europa y África, del cristianismo y el islam, teniendo una fuerte presencia judía. [1]
La península ibérica es vista por Freyre como una síntesis cultural de tres visiones religiosas del mundo y como una combinación compleja y paradójica de diferentes etnias.
Portugal se hizo nominalmente cristiano en el siglo XII, y la península desempeñó un papel importante en el descubrimiento de las Américas. La combinación dinámica de culturas muy diferentes se profundizó en el siglo XVI. La expansión colonial de España y Portugal hacia América, Asia y África provocó un cruce de razas y una tendencia integradora que incluyó también la crueldad, el racismo y el antisemitismo.
Freyre dice que la península tiene mucho en común con Rusia. Así como la tierra de los zares es un puente cultural y étnico entre Asia y Europa, las naciones ibéricas constituyen una transición entre África y Europa, siendo la influencia judía silenciosamente central en el proceso.
De hecho, el judaísmo constituye la fuente de la que surgieron el cristianismo y el islam, y a la que deben mucho. Si estas dos religiones tienen razones políticas para negar el papel paternal desempeñado por el judaísmo en su historia, esto es algo con lo que deben aprender a convivir mejor. La resistencia emocional a los padres no cambia el hecho de la paternidad.
Es natural, por lo tanto, que pensadores judíos famosos como Isaac Abravanel y su hijo Judah Abravanel – más conocido como “León Hebreo” – desempeñen papeles centrales en la historia de la filosofía portuguesa e ibérica. También influyentes en Portugal son Baruch Spinoza y Uriel da Costa. Los judíos están presentes en la península ibérica desde el siglo VI de la era cristiana, y fueron numérica y culturalmente importantes en la formación de Brasil.[2]
Hablando de la preparación inconsciente de los españoles y los portugueses para el ciclo de las Conquistas, Freyre cita a Fernando de los Ríos para mencionar los “maravillosos períodos de entendimiento y cooperación” entre árabes, cristianos y judíos en la península, así como en el hecho de que las tres religiones hacían sus celebraciones en el mismo templo, en Santa María la Blanca, Toledo, durante el siglo XIII.
Según Freyre, las paradojas presentes en las almas de las naciones e individuos ibéricos y rusos las hacen más dramáticas y psicológicamente más ricas que las almas de las culturas supuestamente homogéneas de la Europa de “sangre pura”. El intenso contraste en la vida nacional tiene ventajas y desventajas. Desarrolla una habilidad especial para vivir con contradicciones y armonizarlas; y a veces para simplemente enmascararlas, allanando el camino para el proceso de la personalidad dividida. [3]
El dogmatismo cristiano y la fe ciega estimulan fuertemente la hipocresía, en un proceso que lleva a la violencia. Es una suerte que el cristianismo portugués estuvo marcado por las influencias paganas y judías, estando más fácilmente inclinado a la integración. Por otro lado, la relativa homogeneidad de algunas naciones europeas debe ser respetada y tiene sus propias características positivas y negativas. En el diálogo planetario que necesitamos, cada cultura individual tiene algo que enseñar a las demás. El verdadero globalismo debe ser verdadero, trascendente y no debe destruir las culturas locales.
La paradoja es inevitable en la vida, y las contradicciones hacen avanzar a todos. La heterogeneidad étnica de Rusia, España, Portugal y los países iberoamericanos debe transmitir a las variedades “pura sangre” de la experiencia humana un par de lecciones sobre la diversidad cultural y sobre la ciencia de construir una unidad que incluya formas no violentas de contraste.
Es esencial, para el mundo de hoy, tener un multiculturalismo respetuoso que preserve cada cultura y al mismo tiempo estimule el diálogo entre todos los puntos de vista. Existe una sabiduría universal que permea las más diferentes religiones y filosofías, y constituye su fuente común, y su destino.
Combinado con la justicia social y la ética medioambiental, un diálogo intercultural equilibrado sanará la separatividad y la desesperación generadas por un globalismo que reduce a los seres humanos a la condición de máquinas humanoides automáticas, programadas cuidadosamente para seguir los círculos viciosos de la concentración de capital.
Líderes Políticos, Freud y un Mar de Terror
En teoría, es poco probable que los responsables del sistema bancario occidental, los dueños de las principales compañías que controlan a los medios de comunicación social y los directores de las industrias de armas nucleares lancen alguna vez a la humanidad a un mar de sufrimiento y horror sin precedentes.
Aparentemente tales líderes son humanistas, extremadamente bien educados y sensibles a los intereses de sus conciudadanos. Sin embargo, no es totalmente imposible que bajo esa apariencia elegante ellos sean títeres de la ignorancia materialista organizada. Está bien que los ciudadanos sean optimistas en relación a tales dirigentes, pero lo mejor es que sean también vigilantes y estén atentos.
Los ciclos históricos frecuentemente incluyen desastres evitables. El misterio de la ignorancia trasciende las palabras y debe combatirse primero en el corazón de cada uno.
Cuando una determinada sociedad no escucha la voz de la conciencia – individual y colectiva – la comunidad pierde el sentido común. Luego se vuelve gradualmente disfuncional, hasta que desaparece. Su final tiene lugar de maneras a menudo desastrosas, como muestra la Historia con numerosos ejemplos.
Sin embargo, “el sufrimiento que aún no ha llegado puede ser evitado”, dice el Yoga de Patanjali, II, 16. Un dicho popular en Brasil añade que “todo vale la pena mientras el Alma no sea pequeña”.
Hechos aparentemente distintos como la proliferación nuclear, la intolerancia religiosa, los asesinatos en masa, el crimen financiero organizado, la injusticia social y la destrucción del medio ambiente resultan todos básicamente de estados de alma basados en la ceguera y el egocentrismo.
El psicoanálisis observa estos estados mentales y ofrece una explicación para ellos. Desde un punto de vista teosófico, la ignorancia existe para ser sanada y abandonada a medida que el alma aumenta su conocimiento. Las derrotas enseñan lecciones preciosas, y Freud escribió un ensayo sobre la desilusión causada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) entre aquellos que pensaban que la civilización había trascendido ya los asesinatos en masa.
En 1915, Freud se refirió al fracaso moral de las “naciones blancas”:
“Nosotros habíamos esperado que las grandes potencias de las naciones de raza blanca, que habían asumido el liderazgo de la especie humana, que se pensaba que habían despertado para intereses de dimensión mundial, a cuyos poderes creativos se debían nuestros progresos técnicos en el sentido de la dominación de la Naturaleza, al lado de los más altos valores culturales, artísticos y científicos; – de estos pueblos se esperaba que sabrían resolver de otro modo sus diferencias y sus conflictos de intereses”.
“Dentro de cada una de estas naciones”, continuó Freud, “se habían prescrito al individuo elevadas normas morales, a las cuales debía ajustar su conducta si quería tener acceso a los privilegios de la comunidad. Tales preceptos, rigurosísimos a veces, le planteaban grandes exigencias, una amplia autolimitación y una acentuada renuncia a la satisfacción de sus instintos. Ante todo, le estaba prohibido servirse de las extraordinarias ventajas que la mentira y el engaño procuran en la competencia con sus semejantes. El Estado civilizado consideraba estas normas morales como el fundamento de su existencia, salía abiertamente en su defensa apenas alguien intentaba infringirlas e incluso declaraba ilícito someterlas siquiera al examen de la razón crítica. Era, pues, de suponer que él mismo quería respetarlas y que no pensaba intentar contra ellas nada que constituyera una negación de los fundamentos de su misma existencia”. [4]
Y pese a todo eso los hombres de Estado mintieron, engañaron e hicieron la guerra; y crearon una situación en la que Europa se transformó en algo como un matadero de seres humanos.
Freud vio la Primera Guerra Mundial. No vio la segunda, y nunca escuchó hablar de Hiroshima o Nagasaki. Sin embargo, escribió esta advertencia, válida para el siglo XXI:
“Damos la bienvenida a las ilusiones porque nos ahorran angustia emocional y nos permiten, en cambio, entregarnos a la gratificación [a corto plazo]. No debemos quejarnos si, de vez en cuando, ellas entran en conflicto con alguna parte de la realidad y se hacen añicos contra ella”.[5]
Una lección práctica de esas líneas es que los ciudadanos del siglo XXI deben examinar la manera como ven el proceso de la proliferación nuclear que está teniendo lugar ahora bajo la responsabilidad kármica de las damas y los caballeros que están a cargo de la banca internacional, de las “investigaciones científicas”, de las principales “naciones blancas” y de las instituciones globales.
No hay necesidad de creer que tales líderes actuarán siempre como madres y padres que aman tiernamente a sus naciones y a la humanidad. En realidad, la historia muestra que los que están en el poder a menudo se comportan como niños consentidos y no tienen ningún sentido de responsabilidad – excepto en el mundo de la televisión y de las apariencias.
La Civilización Integradora
Gilberto Freyre piensa que hay una civilización ibérica, a la que llama “integradora”, al contrario de las naciones europeas “blancas” del norte. La civilización integradora y de “sangre mixta” abarca tanto las Américas (del sur y central) como la península ibérica.
El punto de partida de la visión de Freyre es un sentimiento ibérico “instintivo” de compasión universal y de solidaridad multicultural. El sociólogo comprende el hecho de que la humanidad es una sola. Él piensa que los intentos de negar la comunidad natural de las naciones no tienen futuro. En su libro “The Portuguese and the Tropics”, Freyre dice:
“Los portugueses y los brasileños de hoy importan [de los países materialistas dominantes] valores nacionales, lógicos, cronométricos y técnicamente superiores. Pero también necesitan continuar siendo una comunidad capaz de transmitir [a los países empíricos dominantes] aquellos valores que en los pueblos integrados mixtos, como el brasileño, el portugués, el español, el ruso, el chino, el mexicano, el húngaro, el indio, el israelita, el árabe, solo pueden desarrollarse o preservarse cuando hay creencia, e incluso irracionalidad, en los mitos que unen de manera contradictoria el presente con el pasado y el futuro de esos pueblos, en una integración de tiempos sociales y de tiempos culturales que completará la otra integración: la de culturas regionalmente diferentes, de grupos étnicos de origen diferente, de poblaciones que difieren en sus características originales y, aunque distantes entre sí en tiempo físico, están unidas por los mismos motivos de vida dominantes y por las mismas condiciones ecológicas en el campo social y cultural”. [6]
La visión integradora de la humanidad trasciende las ideologías y desmiente las formas de racionalidad de bajo nivel. Una aguda crítica freudiana a las civilizaciones materialistas está presente en el enfoque de Freyre. Para él –
“Uno podría casi generalizar que solo durarán mucho aquellas civilizaciones que son fuertemente poéticas además de ser técnicamente superiores. Lo puramente lógico y secamente racional se desvanece por falta de poesía e irracionalidad”. [7]
En otras palabras, las civilizaciones necesitan un alma. Los seres humanos no pueden reducirse a la condición de máquinas.
Lin Yutang sobre el Materialismo Ciego
El pensador chino Lin Yutang (1895-1976) discute la poesía y la filosofía de la antigua China, que es una nación étnicamente “integradora” según Freyre.
Yutang dice:
“¿Quién puede negar que el pensamiento económico ha reemplazado a todas las demás formas de pensamiento, que los asuntos económicos han oscurecido a todos los demás asuntos, que no estamos pensando en otra cosa que en aplicar cataplasmas a nuestras llagas económicas, y que nuestra más elevada esperanza espiritual es un buen negocio y muchos bienes de consumo para todos? ¿Y quién puede negar que esta búsqueda de poder y ganancias contiene en sí misma las semillas de las guerras futuras? (…) Lejos de ser esa una frase vacía, el materialismo colorea el 95 por ciento de nuestro pensamiento efectivo. De hecho, está estrangulando nuestro pensamiento”. [8]
Para hacer frente a la enfermedad de la proliferación nuclear, un proceso que los medios de comunicación social, la ideología de las grandes empresas y los hombres de Estado estimulan de varias formas aparentemente indirectas, uno debe considerar lo que dice el pensador chino:
“El materialismo es la sustancia misma del pensamiento moderno, y domina todos los planes para la posguerra, y hace imposible una filosofía de la paz. ¿No es cierto que casi todas nuestras propuestas para la paz futura provienen de la suposición de que la cura para las enfermedades del progreso económico es más progreso económico? ¿No estamos pensando en la paz meramente en términos de un libre intercambio de comercio, un libre flujo de material y ‘prosperidad’? En otras palabras, la paz es un producto enlatado, un producto enlatado más grande y mejor. La paz es una condición en la que podemos vender y vender abundantemente. El ‘Paraíso’ es un almacén de hormigón y a prueba de fuego lleno hasta el techo con productos enlatados. Pues el mundo de ahora son negocios, negocios políticos y negocios económicos”.
Yutang concluye su diagnóstico:
“Una nación es un interés, un gobierno es solo su mostrador, y sus diplomáticos son sus vendedores ambulantes que intentan vender más que sus competidores y ganarles en un nuevo mercado, y sus publicistas y pensadores son sus expertos contables. La audacia de estos pensadores de paz hiere mi alma”. [9]
Cuando la búsqueda del dinero es vista por todos como la meta suprema en la vida, el camino está preparado para las guerras futuras – sean atómicas o no – y para todas las formas de decadencia social. Las guerras son entonces vistas como buenas para los negocios, mientras la Vida es despreciada y el Dinero se transforma en un Dios.
Si el punto de vista ibérico es combinado con las perspectivas rusa, judía, árabe, sudamericana y centroamericana – y con las experiencias culturales y civilizadoras de la China, la India y otros países – con el objetivo de reevaluar el materialismo actualmente disfuncional y adorador del dinero de las “naciones blancas”, entonces los aspectos histéricos y absurdos de la proliferación nuclear (las dimensiones psicóticas de la irracionalidad) se vuelven más claros, y más fáciles de derrotar.
Cuando la “irracionalidad” poética de las comunidades humanas es reprimida con demasiada dureza por el “impulso racionalizador”, pueden ocurrir episodios psicóticos como los asesinatos en masa, el terrorismo religioso y los preparativos para guerras atómicas.
Freyre formula una sociología de la integración civilizadora que ayuda a prevenir las fuentes de comportamiento psicótico por parte de los jefes de Estado y los líderes políticos y religiosos, y allana el camino para la fraternidad universal en nuestro planeta.
La Filosofía de la Paz
Hay un paso hacia adelante que la humanidad necesita tomar en el presente siglo – y cuanto antes mejor – para disipar las nubes del peligro de guerra nuclear. Es necesario no solo tener una visión idealista de la vida, sino también reducir la distancia entre el sueño y el hecho, o el pensamiento y la acción; eso es especialmente necesario cuando el sueño y el pensamiento son nobles.
Lin Yutang escribe sobre la filosofía de la paz que puede curar a una civilización enferma:
“Lo que necesitamos ante todo es una teoría del ritmo de la vida y de la unidad e interrelación de todas las cosas. Sin esa creencia, la doctrina de la fuerza no puede ser destruida. La dicotomía entre los ideales y la acción debe resolverse, y debe producirse una filosofía amplia e integrada por la cual los ideales puedan bajarse de las nubes nuevamente para activar los asuntos de los hombres en la tierra. El idealismo altisonante y el realismo vulgar deben unirse, para que los empresarios ya no consideren a los idealistas como poco prácticos, y para que el ‘realismo’ ya no sea una excusa para prescindir de los ideales en los planes de acción de los hombres. El ritmo de la vida y la unidad e interrelación de todas las cosas deben mostrarse y mostrarse de manera concluyente para que sean parte de nuestra creencia en la acción diaria”.[10]
La visión del mundo de Yutang es teosófica. Vista como una herramienta, su filosofía hace que sea más fácil liberar a la humanidad de la pesadilla de las armas nucleares. Esa tarea desafiante requiere un conocimiento del alma humana: la fuente psicológica de la locura nuclear debe ser entendida, antes que se pueda eliminarla del todo.
Los Países Ibéricos y la Guerra Atómica
Los cinco Estados poseedores de armas nucleares oficialmente reconocidos – China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos – se comprometieron en el año 2000 a la “misión inequívoca… de lograr la eliminación total de sus arsenales nucleares”. [11]
Todavía no han actuado con fuerza en esa dirección.
El noventa por ciento de las armas nucleares pertenecen a Rusia y a Estados Unidos. Estos dos países deben tomar la iniciativa de preparar un futuro más saludable. Eso les daría la fuerza moral necesaria para invitar a otros Estados a la acción.
Mientras tanto, los países pacíficos deben ser escuchados.
Al igual que España, Portugal y una serie de naciones en todo el mundo, las Américas ibéricas tienen un enfoque integrador para el futuro humano y están libres de la enfermedad del armamentismo nuclear.
Michel Temer representó a Brasil durante la Tercera Cumbre de Seguridad Nuclear, en los Países Bajos, en 2014. En ese momento era el vicepresidente de su país.
“Brasil forma parte del Tratado de Tlatelolco, el cual estableció la primera zona libre de armas nucleares del mundo entre los Estados”, dijo Temer. “Defendemos, sobre todo, la realización de negociaciones multilaterales cuya meta sea una convención que prohíba las armas nucleares y que asegure su eliminación – de manera transparente, verificable e irreversible – con metas y plazos realistas”.
Según Michel Temer, “un mundo que acepte las armas nucleares siempre será inseguro. Es esencial eliminar esas armas, que, debido a las catastróficas consecuencias humanas de su uso, siguen siendo una amenaza permanente para la humanidad”. Y agrega:
“La forma más efectiva de reducir el riesgo de que agentes no-estatales hagan uso de los explosivos nucleares o de sus materiales es la eliminación total de todos los arsenales nucleares”. [12]
Ese punto de vista es compartido por varios gobiernos y por millones de ciudadanos en todo el mundo.
Temer es un estudioso legal y un veterano político y hombre de Estado. Como constitucionalista, tiene varios libros publicados sobre Derecho y Conciencia Legal. Brasil es el quinto país más grande del mundo por área y población, y tiene más de 200 millones de habitantes.
México, Argentina y Brasil juegan un papel central en mantener a América Latina libre de la pesadilla atómica. La península ibérica y las Américas ibéricas parecen haber estado diciendo algo al mundo, más a través de acciones que de palabras:
Es mentalmente absurdo planear y preparar acciones que destruirían ciudades y naciones en minutos, provocando una catástrofe planetaria inconcebible.
El acto de hacer tales preparativos debe ser objeto de un examen psicoanalítico público.
Los científicos, políticos y jefes de Estado responsables de tal locura institucionalizada tienen la posibilidad de curarse a sí mismos y a sus instituciones de esta vergonzosa enfermedad del alma. Un primer paso en esa dirección sería observar las lecciones que uno aprende cuando adopta un punto de vista psicológicamente sano para mirar a los conflictos humanos.
Es emocionalmente saludable y moralmente bello tener respeto por la vida. Es también necesario.
Todos pueden alcanzar suficiente equilibrio y sentido común para sentirse personalmente corresponsables del futuro luminoso de nuestro planeta, y los políticos y jefes de Estado no son una excepción a esa regla.
NOTAS:
[1] “Brazil an Interpretation”, de Gilberto Freyre, publicado por Alfred A. Knopf, 1945, 1951, Nueva York, capítulo uno.
[2] Véase por ejemplo “Don Isaac Abravanel”, de B. Netanyahu, Cornell University Press, quinta edición, 1998, 350 pp.; “Dialogues of Love”, León Hebreo, The Lorenzo da Ponte Italian Library, University of Toronto Press, 2009, 440 pp.; “Gabriel da Costa, Rebel and Dreamer”, una novela sobre la vida de Uriel da Costa escrita por Jacob S. Minkin, A.S. Barnes and Company, 1969, 460 páginas; y “A Filosofia Hebraico-Portuguesa”, de Pinharanda Gomes, Guimarães Editores, Lisboa, 1999, 678 pp.
[3] Véanse las páginas 2-4 de “Brazil an Interpretation”, de Gilberto Freyre, o las páginas 43-44 de la edición brasileña: “Interpretação do Brasil”, Livraria José Olympio Editora, RJ-SP, 1947, 323 pp. Sobre Santa María la Blanca, véase la p. 4, “Brazil an Interpretation”.
[4] “Thoughts for the Times on War and Death”, en “Great Books of the Western World”, una colección publicada por Encyclopaedia Britannica, volumen 54, “Freud”, edición de 1952, 884 pp., véase la p. 755.
[5] “Thoughts for the Times on War and Death”, en “Great Books of the Western World”, volumen 54, “Freud”, edición de 1952, 884 pp., véase la p. 757.
[6] “The Portuguese and the Tropics”, Gilberto Freyre, traducido por Helen Matthew y F. de Mello Moser, Congreso Internacional de la Historia de los Descubrimientos, Lisboa, 1961, 298 pp., véase la p. 296.
[7] “The Portuguese and the Tropics”, 1961, Gilberto Freyre, p. 295.
[8] “Between Tears and Laughter”, Lin Yutang, Blue Ribbon Books, Nueva York, 1943/1945, 216 pp., p. 62.
[9] “Between Tears and Laughter”, Lin Yutang, 1943/1945, 216 pp., pp. 61-62.
[10] “Between Tears and Laughter”, Lin Yutang, Blue Ribbon Books, Nueva York, 1943/1945, 216 pp., p. 59.
[11] Fuente: un informe de Arms Control Association.
[12] Véase en nuestros sitios web asociados el artículo de Michel Temer titulado “Brazil on Nuclear Proliferation”.
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El artículo “La Visión Ibérica o Integradora de la Vida” es una traducción de “The Iberian or Integrative View of Life”, de Carlos Cardoso Aveline. La versión al español es de Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. La publicación ocurrió el 25 de agosto de 2018.
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