La Solidaridad Debe Ser
Practicada Con Discernimiento
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
En muchas situaciones la injusticia es sistémica y la justicia parece que no tiene poder. Un ejemplo de ello es el antisemitismo, presente desde hace siglos en el mundo occidental. Hay otros ejemplos.
 
Las injusticias individuales son frecuentes en numerosos grupos sociales. La persecución por razones políticas o étnicas es común. A menudo la hipocresía engaña a los estudiantes de filosofía esotérica, y algunos de ellos justifican silenciosamente el odio ciego hacia Israel y el desprecio por los negros o los indígenas.
 
Algunos individuos llegan hasta el punto de usar la propia ley del karma como excusa para culpar a las víctimas por la injusticia que sufren.
 
Tales pseudoesoteristas quieren imaginar que una mala acción hecha hoy contra alguien debe necesariamente ser la reacción kármica “a algún error que la víctima cometió previamente”. Ellos pretenden justificar la inacción cobarde malinterpretando la tradición popular según la cual “todo lo que ocurre tiene lugar de acuerdo con la Ley”.
 
El verdadero significado de este axioma es:
 
“Todo lo que ocurre tiene lugar de acuerdo con la Ley o será corregido a su debido tiempo, porque la evolución acontece por medio del proceso de ensayo, error y corrección”.
 
El asunto es clarificado en Las Cartas de los Mahatmas:
 
“La Naturaleza tiene un antídoto para cada veneno y sus leyes, una recompensa para cada sufrimiento. La mariposa devorada por un pájaro se convierte en ese pájaro, y el pajarillo muerto por un animal entra en una forma superior.  Es la ley  ciega de la  necesidad y de la adaptación  eterna de  las cosas…”.[1]
 
Las leyes de la naturaleza prohíben la venganza.
 
El karma consiste en lecciones, no en castigos.
 
Independientemente de los errores que alguien haya podido cometer en vidas anteriores, una nueva injusticia llevada a cabo en dirección contraria no corregirá las fallas previas. Los errores no se justifican unos a otros. Dos acciones incorrectas no hacen una correcta.
 
Hay maneras justas y educativas de corregir y compensar los errores. Justificar cualquier crueldad es una forma de mal karma.
 
Además, no hay ninguna razón para suponer que alguien que está sufriendo una injusticia “hizo algo malo en vidas pasadas y ahora está pagando el precio por ello”.
 
En realidad, cada día se siembra nuevo karma negativo. En todo momento hay personas inocentes que están siendo víctimas de sufrimientos inmerecidos.
 
Al escribir sobre la necesidad de un “descanso celestial” entre dos encarnaciones, Helena Blavatsky mencionó la gran cantidad de injusticias que los seres humanos enfrentan.  
 
Ella escribió:
 
“Decimos que el ser humano sufre una gran cantidad de dolor inmerecido durante su vida por culpa de otros con quienes se asocia o debido a su medio ambiente; por lo tanto, se merece, sin duda, un descanso y una calma perfectos, si no la beatitud, antes de asumir de nuevo la carga de la vida”. [2]
 
Sufrimiento inmerecido, de hecho.
 
Y, de acuerdo con Blavatsky, todo el mundo debe cumplir “… su deber; lo que su conciencia y naturaleza superior le sugiera; pero solo después de una deliberación madura. La justicia implica no hacer daño a ningún ser viviente; sin embargo, la justicia también nos ordena no permitir nunca que se lastime a la  mayoría,  ni siquiera a una  sola persona inocente, dejando  que el  culpable  quede impune”.[3]
 
Por lo tanto, no es una buena idea justificar el antisemitismo y otras formas de mala voluntad o de odio organizado culpando a las víctimas. Las acciones solidarias contra las injusticias deben ser practicadas con el cuidado y el discernimiento adecuados. Cicerón establece tres condiciones necesarias para llevar a cabo actos bondadosos eficaces:
 
1) nuestra acción no debe ser injusta para nadie;
2) no debe estar más allá de nuestras posibilidades;
3) debe ser proporcional al mérito de la persona que la recibe. El que será ayudado debe merecer la ayuda recibida y hacer un buen uso de ella. [4]
 
Cuando se le preguntó, en “La Clave de la Teosofía”, si la elevación moral es lo principal en lo que insiste el movimiento teosófico, Blavatsky respondió:
 
“¡Indudablemente! Aquel que quiera ser un verdadero teósofo debe vivir como tal”. [5]
 
El ciudadano de buena voluntad es un hermano de los que son injustamente atacados. En lugar de hacer especulaciones abusivas acerca del karma pasado de los individuos o de las naciones que sufren un odio ciego, el teósofo busca establecer relaciones humanas equilibradas, construidas sobre la base del respeto mutuo.
 
NOTAS:
 
[1]Las Cartas de los Mahatmas”, carta 10, página 82.
 
[2]La Clave de la Teosofía”, de Helena Blavatsky, sección II, p. 35. La traducción original ha sido revisada.
 
[3]La Clave de la Teosofía”, de Helena Blavatsky, sección XII, p. 251.
 
[4] De Oficiis” (Sobre el Deber), Cicerón, traducción de Walter Miller, Loeb Classical Library, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, Londres, Inglaterra, publicado por primera vez en 1913, edición de 2005, 403 pp. Véanse las pp. 47-49.
 
[5] La Clave de la Teosofía”, p. 52.
 
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El artículo “Si Ves Una Injusticia, No Culpes a la Víctima” es una traducción del inglés y ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán. Título original y link: “If You See an Injustice, Don’t Blame the Victim”. La publicación en español ocurrió el 27 de mayo de 2020.
 
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